Fundación
CF- SPACE OPERA
 
     
 
 
 
 

FUNDACIÓ
Foundation
(1951)

Isaac Asimov

Editorial:
Duna llibres
(2022)


Colección:
---

Núm:
---

Páginas:
336

Traductor:
Octavi Gil

Ilustrador:
Guillem H. Pongillupi

Lectura del 1997:





Editorial:
Plaza & Janés
(1997)


Collección:
Jet

Núm:
136/1

Páginas:
264


Traductora:
Pilar Giralt

Lectura del 1990:


SIN VALORACIÓN ANOTADA

Editorial:
2001
(1986)


Colección:
Pleniluni

Núm:
11

Páginas:
233


Traductora:
Sílvia Aymerich

Ilustrador:
Cardona



 
     
Fundación

No podía ser de otra forma. Un número tan redondo como e1 1000 debía tener una obra emblemática, única, imaginativa... fundacional. Perdonad el juego de palabras pero es que es así. Fundación de Isaac Asimov fue la puerta de entrada de muchos de nosotros a la ciencia ficción adulta y también ha sido inspiradora para muchos autores que vieron con esta obra una forma de hacer ciencia ficción que les abrió muchas puertas.

Y ahora que La Biblioteca del Kraken ha llegado al millar de reseñas (*) curiosamente un mes antes de cumplir los 20 años on line creo que valía la pena escribir una reseña como Dios manda de una obra que, recordemos, es el inicio de una saga que ha sido catalogada con el premio Hugo como la Mejor serie de todos los tiempos.

Pero antes, si no os importal, me pongo nostálgico uno o dos párrafos. La primera vez que me llegó a las manos La trilogía de la fundación fue cuando hacía COU creo, hacia 1990. Un amigo y yo nos intercambiamos libros: Yo le dejé El señor de los anillos y él me dejó La trilogía de La Fundación (juraría que la edición en catalán de la colección Pleniluni). Leí el primer volumen, Fundación. Me pareció inspirador, pero sin demasiadas pretensiones, poco estimulante. Continué con la segunda parte, Fundación e Imperio y al poco tiempo la dejé, la abandoné y le devolví los tres libros. ¿Qué queréis que os diga? Yo tenía todavía a Tolkien en la cabeza (de hecho, todavía le tengo). De hecho, en aquella época me reflejaba mucho más con los héroes de la Dragonlance que con la ciencia ficción. Y la emoción de leer sobre el puente de Khazad Dûm, sobre la intensidad de la batalla de los campos de Pelennor o sumergirme en personajes entrañables y carismáticos como Flint o Tasslehoff de la Dragonlance... no me la podía sustituir un libro donde todo se resolvía hablando. Y es que uno sólo tiene 16 o 17 años una vez y entonces tocaba fantasía, dragones, espadas relucientes y mucha épica.

Pero claro... la idea que movía La trilogía de Fundación era buena... no, era fascinante y tenía una idea fija que me reconcomía la cabeza, como diciéndome: “Un día u otro te la tendrás que volver a leer y esta vez terminarla”. Y así fue. Siete años después aprovechando que trabajaba analizando muestras de aguas residuales de unas cavas y que tenía bastante tiempo libre hasta que obtenía los resultados, me puse a ello. ¡Pero ah! ¡Señoras y señores! Entonces era un tío joven y valiente y me dije: “Si me lo leo, que sea TODO y en orden cronológico. Haré las cosas bien hechas”. Todo, quería decir empezar por los relatos de robots como Yo, robot y otras recopilaciones, seguir por las novelas policíacas de los robots (¡Hola Daneel! ‘Hola Giskard!), continuar con La trilogía del Imperio, empalmar con las dos novelas previas a Fundación y entonces sí! Leerme La trilogía de la Fundación entera aprovechando que venía de un trasfondo histórico brutal. Y por supuesto, cerrarlo todo con las dos novelas posteriores de la Fundación finalizando con la trascendente epopeya que fue Fundación y Tierra.

Si no me equivoco, esto son catorce novelas y una o dos antologías. Unos 25.000 años de historia de la humanidad (según calculé en su momento.) ¿Sabéis qué sensación me dejó esto dentro de mí? Bien, estoy aquí ¿verdad? Llevo veinte años delante de La Biblioteca del Kraken y muchos más leyendo ciencia ficción y fantasía gracias a obras tan arraigadas en aficionados como yo como lo fueron aquel lejano El Señor de los Anillos y la serie de la Fundación

Por tanto, Fundación, como decía al principio, no es una novela cualquiera. Es un referente ineludible para cualquier amante de la ciencia ficción clásica pero también muy especialmente para un servidor que aprendió a amar este género tanto o más que la fantasía épica gracias a un señor llamado Issac Asimov.

Dejo a un lado el momento nostálgico y me pongo a hablar ya de Fundación. Pero antes, agradecer (una vez más) a la editorial Duna Llibres (que como sabéis es la unión de Mai Més llibres y Raig Verd), que están recuperando en catalán clásicos indiscutibles realizando nuevas y cuidadosas traducciones (en este caso de la mano de Octavi Gil) y editando a todo lujo con tapa dura (y rústica) a obras que merecen un puesto de honor en cualquier estantería. Pero va, manos a la obra.

Para quien todavía no lo sepa, esta novela trata de la caída de un gran imperio galáctico, un inmenso gobierno estelar 100% humano. Recuerdad que Asimov siempre ambientaba sus novelas en un futuro donde la humanidad no encontraba vida inteligente alienígena... al menos en este universo (lo que ocurre en Los propios Dioses hablaremos de ello otro día). Este imperio está inspirado en el auge y caída del Imperio Romano (Asimov era un experto y fan) pero aquí lo que cuenta es que el autor introdujo una ciencia llamada psicohistoria en la ecuación. Una ciencia predictiva que pretendía cambiar el proceso histórico de la humanidad.

El imperio es demasiado enorme, desmedido y difícil de gobernar. Miles y miles de mundos habitados, una extensión inimaginable por la galaxia y en cambio un solo gobierno, centrado en el mítico planeta de Trántor donde no queda ni una migaja de verde y donde todo él es una inmensa ciudad repleta de funcionarios que sirven al emperador. Hari Seldon, psicohistoriador, predice que en poco menos de unas décadas el Imperio implosionará, caerá por su propio peso. Esto lo descubre de forma científica, en concreto gracias a la psicohistoria que a través del movimiento de las grandes masas sociales puede prever a grandes rasgos el futuro y por tanto se puede utilizar para tratar de realizar cambios. La desintegración del imperio es irremediable pero si el actual gobierno hace caso a Seldon, el período de barbarie que seguirá al colapso podrá ser de sólo unos 1000 años... en vez de los 30.000 años que se prevén inicialmente.

Aunque parece una profecía generada por un loco, el emperador le escucha (tampoco tiene demasiado que perder) y le otorga un alejado planeta en los confines del imperio llamado Terminus para que Seldon instale allí una fundación que trabajará para garantizar que la época oscura que se avecina sea lo menos extensa en el menor tiempo posible. Y para ello, los integrantes de esta fundación trabajan con la idea de aglutinar todo el pensamiento y la sapiencia humana en una enorme enciclopedia que preserve este conocimiento para futuras generaciones. Hari Seldon no vivirá para ver completada su obra pero esto tiene remedio también: Cuando la psicohistoria prevea una crisis importante, Seldon aparecerá a través de un holograma grabado para ayudar o inspirar a los gobernantes de Terminus a resolver el conflicto y superar los obstáculos. Al menos teóricamente.

Es evidente que Seldon no quería tener en Terminus a nadie capaz de predecir el futuro de antemano. Quería que procediéramos a ciegas, y consecuentemente de forma correcta, siguiendo la ley de psicología de masas.”

Fundación es, pues, la evolución del proyecto de Hari Seldon durante unos 200 años de historia para minimizar los efectos del derrumbe del Imperio Galáctico. Naturalmente, 200 años son muchos y los representantes de la Fundación no pueden ser los mismos por lo que los protagonistas irán variando a medida que los relatos avancen en el tiempo. Asimov empezó a publicar esta trama argumental a través de cuentos que transcurrían en distintas épocas de la historia futura del Imperio de forma cronológica. Estos relatos se publicaron por separado en revistas hasta que en 1951 se consolidaron bajo el volumen que teneís en vuestras manos: Fundación. Así pues, tenemos un fix-up donde en cada cuento podremos atisbar una crisis Seldon y donde los protagonistas tendrán que tratar de reconducir la situación como puedan y con los medios de que dispongan.

“Cuando Hari Seldon planificó el curso de nuestra futura historia, no contaba con hazañas heroicas, sino con las fuerzas más amplias de la economía y la sociología. Por tanto, las soluciones de las diversas crisis deben alcanzarse con las fuerzas que tenemos al alcance en el momento de la verdad.”

Los cinco cuentos que componen Fundación son: "Los psicohistoriadores", "Los enciclopedistas", "Los alcaldes", "Los comerciantes" y "Los príncipes comerciantes" (este último fue el único que Asimov escribió expresamente cuando se unieron los cuentos en el presente volumen, los otros cuatro ya se habían publicado antes). Quizás las historias más destacables sean las de “Los alcaldes” o el de “Los príncipes comerciantes” y me atrevería a decir que lo menos interesante es “Los comerciantes”. En todos estos cuentos comprobaremos cómo el planeta Terminus debe buscar la manera de sobrevivir en una galaxia cada vez más inestable donde varias facciones compiten para volver a convertirse en fuertes utilizando la tecnología guardada por la Fundación. En el fondo estaremos observando una evolución paralela a nuestra alta edad media con reinos totalitarios de carácter feudalista y donde la ciencia está lejos de su auge.

Fundación es sobre todo, un conjunto de cuentos antibelicistas que destila amor por la ciencia y el conocimiento. Y en ese sentido, este paradigma se aplica efectivamente en este volumen: Todas las crisis se intentan resolver a través de la estrategia y no por la sangre o la guerra. Aquella sentencia mítica (que no sé a ciencia cierta si originariamente es de Asimov pero que seguro él popularizó) ya lo afirma rotundamente:

"La violencia es el último recurso del incompetente"

Pero en esta larga historia que comienza en Fundación vislumbramos numerosos tics y alegorías que no nos vienen de nuevo (como os recordaba, la inspiración sobre la caída del Imperio romano es evidente) y podemos comprobar cómo Asimov introduce elementos que quizás pueden aparentar ser inverosímiles en una sociedad avanzada pero que en realidad son muy lógicos. Además, debe tenerse en cuenta que los mundos, durante el desmembramiento del Imperio, se aíslan y van perdiendo capacidad tecnológica. Así, aparecen conceptos como “Religión científica” que ayudan a reconducir la preeminencia de Terminus frente a las amenazas subyacentes a las que se ve abocado durante décadas.

La novela comienza con el debilitamiento de un imperio que ya lleva miles de años en funcionamiento, con una perspectiva histórica que hace temblar al lector. O sea, esto significa que la humanidad se ha expandido de forma implacable por la galaxia y que existen muchas historias previas, miles de hechos que desconocemos. Y encima, lo primero con lo que nos topamos es con un planeta entero que es una sola ciudad. Y con una visión científica que prevé el futuro... quizás aquí fue la primera vez que me estalló la cabeza con aquella frase que tanto me encanta remarcar en mis reseñas: Sentido de la maravilla.

La psicohistoria y la evolución de un Imperio insoldable y decadente durante cientos de años. Ésta es la idea revolucionaria que rodea a Fundación. ¡Pero ah! No todo es tan sencillo y obviamente Asimov se guarda un as (o dos, o tres...) bajo la manga, en especial en las continuaciones de la presente novela: Fundación e Imperio y La segunda Fundación que cerrarían brillantemente una trilogía que, simplemente, hizo historia.

Así pues, ha sido un placer volver a leer por tercera vez y veintiséis años después esta novela tan emblemática de la ciencia ficción de finales de la Edad de Oro del género. Una aventura con la que, como comentaba al principio, muchos de nosotros nos introdujimos por primera vez en la ciencia ficción adulta y en definitiva una obra que todo el mundo debería tener como referente fundamental en el género.

Decía antes que no podía ser de otra forma. Quizás sí, pero me ha hecho especial ilusión llegar a las 1000 reseñas en la Biblioteca del Kraken y poder escribir sobre una de las obras que más me han influido en este extraordinario mundo nuestro que es la literatura fantástica y de ciencia ficción

Gracias a todos los que habéis llegado hasta aquí, no sólo de este texto en concreto sino también los que me habéis estado siguiendo a través de este viejo dinosaurio que es La Biblioteca del Kraken donde regularmente, durante estas dos décadas y 1000 libros, antologías, cómics o revistas me he permitido reseñar y hablar de una de mis grandes pasiones.

Gracias.

... y ¡Seguimos!

Eloi Puig
01/05/2023

(*) Esto es un poco engañoso, o si me permitís tramposo por mi parte pues como podéis ver siempre que actualizo la web apunto las obras 'valoradas' y las obras 'reseñadas' por separado. Y esto se debe a que  estas 1000 obras valoradas, faltan una sesentena larga de reseñas... que en su momento borré porque su calidad era más bien escasa, Así que sí, es la reseña 1000 pero hay que tener en cuenta que hay unas cuantas eliminadas.

 

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