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Tengo que reconocer que el dúo Macip & Roig me han vuelto a sorprender con una novela suya. Si hace unos años quedé un poco desencajado leyendo su obra de ciencia ficción erótica-festiva, Mugrons de Titani (Pezones de Titanio) -no tanto por su calidad literaria sino por la manera fresca y desinhibida de presentarnos una historia divertida-ahora, con Ullals (Colmillos) me han vuelto a desconcertar
Para empezar por que no me esperaba nada de lo que han narrado los autores. El título pensaba -ignorante de mí- que hacía referencia a aventuras adolescentes con vampiros de por medio. Falso. En segundo lugar porque no tiene nada de la diversión picaresca con que Salvador Macip me venía acostumbrando últimamente - especialmente con el último Premi Ictineu, El Joc de Déu. Todo lo contrario: Ullals es una aventura tensa y adictiva, siguiendo más los pasos del terror psicológico que no rindiendo pleitesía a la fantasía sobrenatural.
Vamos a la trama: Vicent es un chico conflictivo, de esos que pasan los meses de internado en internado y que no resuelven nunca su condición de adolescente problemático. Esta vez, sus padres lo han enviado a un centro de internamiento llamado La Floresta donde las cosas serán diferentes. Vicent contempla desde el primer momento como las reglas del juego no las lleva él y como tres individuos sospechosos lo mandan por el camino recto: El largo y azaroso camino del castigo y la disciplina. El caserío donde nuestro protagonista está recluido está perdido por una sierra y unos bosques indeterminados, de donde es difícil huir, especialmente por la presencia de los "salvajes", una especie de seres que parecen poseer semejanzas con jabalíes gigantescos y que inculcan el terror tanto en los prisioneros de la masía - Vicent y otros dos jóvenes- como en los guardianes.
Aquí es donde los autores se deshahogan duro ofreciéndonos una versión bastante bien trabajada de lo que serían unos días horrorosos para los prisioneros de la masía. Las ansias de escapar se mezclarán con la curiosidad que despierta el lugar, las palizas y los trabajos forzados con las esperanzas de ser rescatados; las terribles miedos nocturnos con la desesperación. Macip y Roig han querido crear una obra que abarcara estos aspectos primarios: el instinto de supervivencia, el terror a lo desconocido, la reacción al castigo físico. No les preocupa tanto la trama de trasfondo -el porqué de las cosas- si no más bien mostrarnos las sensaciones que experimenta Vicent en su cautiverio. En este sentido, la novela me ha recordado - dejando de lado totalmente la trama argumental- a Fín, de David Monteagudo, donde el terror psicológico creado por un hecho excepcional -y sin explicación- es el verdadero tour de force de una excelente novela. En este caso, el McGuffin, la excusa, es llevar a Vicent a La Floresta. A partir de aquí lo que importa a los autores no es dar explicaciones, si no ofrecernos literatura de terror.
Reconozco que soy pesona a quien le gusta que le expliquen los porqués y que prefiero finales redondos y bien cerrados a finales donde cada uno puede especular sobre diversas propuestas. Al igual que en Fín aquí no tenemos un razonamiento para todo - eso sí, los autores cierran las peripecias de Vicent y sus compañeros de forma más definitiva que la comentada obra de Monteagudo-.
En definitiva, Ullals es una buena apuesta de terror, huyendo de tópicos, narrada con tensión y de forma amena. Una novela apta para todos los públicos y que me ha otorgado gratas horas de lectura. Algunos de sus pasajes son increíbles y el cuidadoso equilibrio entre todo lo que se muestra claramente y todo lo que se insinúa está tratado de forma modélica.
Pero la cosa no acaba aquí. Parece ser que la novela ha llamado la atención y en estos momentos parece seguro que se rodará una película. Como todo buen título de terror, el horror siempre es mayor si se insinúa que si se muestra completamente. Como decía, en este caso, Ullals cumple a la perfección. La película, esperamos que también.
Eloi Puig, 04/12/12
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