Los 4 Fantásticos de John Byrne 2
 
     
 
 
 
GUIÓN


DIBUJO
 

LOS 4 FANTÁSTICOS. de john byrne
(1983-1984)

Guion
John Byrne
Roger Stern


Dibujo:
John Byrne
Ron Wilson

Editorial:
Panini
(2016)


Colección:
John Byrne

Núm:
2

Serie:
Los 4 Fantásticos

Números originales:

Fantastic Four
#231 to #268
Fantastic Four Annual #17
The Thing #2 i #10
Avengers #233

Alpha Flight #4





 
     
Los 4 Fantásticos
de John Byrne 2

En la reseña del último volumen, ya esbozaba el hecho de que John Byrne revolucionó la colección de los 4 fantásticos a mediados de los ochenta. Pero creo que no es hasta este segundo volumen (que incluye los números originales desde el Fantastic Four #251 al Fantastic Four #268, Fantastic Four Annual #17, The Thing #2 y #10, Avengers #233 y Alpha Flight #4) donde podemos comprobar hasta qué punto las aventuras del cuarteto acontecieron simplemente maravillosas. Y es que Byrne supo combinar a la perfección el sentido de la maravilla que nos ofrecían sus aventuras espaciales con los momentos más delicados e íntimos de la primera familia Marvel. Y todo ello con guiones más firmes y bien elaborados que nunca.

Los 4 Fantásticos siempre han hecho gala de ser una familia a cara descubierta que compaginaban sus aventuras tanto en casa como en la otra punta del universo. Y no siempre es fácil mantener un equilibrio entre las aventuras cósmicas de carácter trascendental con los asuntos cotidianos donde los dramas son más íntimos. Y John Byrne consiguió encontrar este entendimiento y elaboró ​​en estos números un sentido de la continuidad como nunca había visto antes donde las tramas se enlazaban con una fluidez extraordinaria. Un buen amigo, me definió esta delirante mezcla como unas aventuras domestico-galácticas. Y creo que la definición le sienta perfectamente, así que se la tomo prestada (gracias Escofet).

Los primeros números inician una larga saga en la famosa Zona Negativa (el universo alternativo descubierto por Reed Richards al Fantástic Four #51 y que apareció por primera vez en un ya lejano 1966). Son aventuras sencillas muy arraigadas en la ciencia ficción clásica y donde el sentido de la maravilla se abre en todo su esplendor. Nuestro cuarteto explora planetas y civilizaciones en aventuras autoconclusivas pero con guiones suficientemente solventes para ser la base de buenos relatos cortos al más estilo pulp. Pero no dejan de ser peripecias para prepararnos para incursiones más intensas a nuestra realidad y que Byrne intenta llevar por caminos más duros de lo normal.

Enseguida cambiamos a un buen crossover con los Avengers enfrentados a Annhilus y poco a poco descubrimos muchos detalles que Byrne había ido dejando caer durante estos episodios previos para acelerar la acción sin perder, sin embargo, intensidad y buenas tramas. Byrne es capaz de intercalar noticias tan excelentes como la espera del segundo hijo de Reed y Sue Richards con la desesperación de ver como Annihilus tortura y golpea a personajes tan vulnerables como Alicia Masters, la novia ciega de Ben o a niños como el mismo Franklin Richards.

Angustia. Este sentimiento es quizás el que más sufren los 4 fantásticos en las manos de John Byrne. No sólo por los episodios que he comentado sino por motivos muy diferentes. Desde capítulos llenos de ternura donde Ben Grimm se enfrentará a novias de su pasado, cuando estudiaba en la universidad (La belleza murió) o de otros donde empieza a tener serias dudas sobre su relación con Alicia Masters, a la incertidumbre de cómo evolucionará el parto de Sue Richards dado que este segundo hijo/a fue concebido en la Zona Negativa (y la familia ya tiene suficiente experiencia con partes difíciles); pero sin duda hay dos momentos más que son clave en esta mencionada angustia. El primero es quizás uno de los summum de guion de toda la historia Marvel: El juicio de Reed Richards por varias entidades cósmicas. ¿La causa? Haber salvado la vida de Galactus cuando éste estaba muy débil para ser ejecutado. La misericordia de Richards propicia que Galactus continuara alimentándose de planetas como el mundo-capital de los Skrull, Tarnax IV (Fantastic Four # 257) por lo que, indirectamente Richards fue el causante de la pérdida de millones de vidas. Estos episodios dedicados al juicio (Fantastic Four #261 y #262) desprenden una filosofía y ética increíbles que los conectan con una de las grandes metas de la ciencia ficción: Hacernos razonar sobre posibilidades que ni se nos habían ocurrido antes. El resto de los 4 Fantásticos deben presenciar el juicio sin poder hacer nada, especialmente una Sue cada vez más valiente pero también más afectada por un embarazo, como decía incierto.

¿Y que me decís que la misma Sue Richards comprobara como toda su familia desaparece de Nueva York en un portal dimensional durante semanas? Sí, justo a comienzos de 1985 Marvel intercaló su gran crossover entre la mayoría de los personajes principales de la casa: Las Secret Wars donde buena parte de los súper-héroes eran secuestrados por el Todopoderoso. En el caso del 4 fantásticos la única que quedó en tierra fue Sue Richards, con un embarazo avanzado y sin saber nada de Reed, ni de su hermano Johnny y Ben.

En este punto cometí el error de aparcar la lectura del presente volumen para leer los doce números de las Secret Wars. El nivel de guion (y dibujo) era tan desigual, comparado con lo que estaba leyendo de Byrne que creo, me decepcionó aún más. Pero ya retornando a la serie regular, por si fuera poco, una vez terminan las Secret Wars, Byrne tensa la cuerda hasta límites imposibles y nos presenta a Hulka como relevo de la Cosa (que se quedó en el mundo de Batalla en un estado depresivo) y nos planta el shock de lo que le ocurre a la Sue una vez vuelve a ver a su marido. Apoteósico.

Dejando de lado las aventuras domestico-galácticas hay que enfocar nuestra atención en dos capítulos más: El primero es el Fantastic Four Annual #17 que nos hace olvidar este horroroso dibujo que Steve Ditko realizó por el Fantástico Four Annual #16. En especial porque dejando de lado la parte gráfica que Byrne borda, nos ofrece un simpático episodio que concuerda nada menos que con el Fantastic Four #2 ... ¡y estamos hablando de más de 20 años antes! El otro capítulo especial que me ha impresionado es La casa que Reed Ricards Construyó donde durante toda la aventura las ilustraciones están plasmadas desde los ojos de un malvado de medio pelo que pretende entrar en el edificio Baxter aprovechando que la familia no está. Una genialidad.

Como podéis comprobar, Sue Richards asume cada vez un papel más importante dentro del cuarteto, sólo eclipsado por el protagonismo de Mr. Fantástico en los asuntos cósmicos más importantes. Durante un tiempo incluso ejerce como líder del grupo en ausencia del marido (no hay nadie más calificado que ella, todo hay que decirlo). Y el hecho de sufrir un nuevo embarazo y sus dramáticas consecuencias la hacen todavía una mujer más valiente y potente. También hay que decir que Byrne cada vez embellecía más a Sue con sus ilustraciones. Se notaba que le tenía un aprecio especial.

En cuanto a la parte gráfica, me quito el sombrero ante Byrne. Su estilo sigue evolucionando y perfeccionándose como nunca. Un ejemplo es el regreso del Dr. Doom con ilustraciones fantásticas. O como retrata a Jennifer Walters, Hulka, el nuevo miembro (para mucho rato) de los 4 Fantásticos. Literalmente nos quita el aliento. El detallismo de Byrne es sublime en muchos sentidos y si no me equivoco continúa mejorando aún en el próximo volumen, una recopilación de la etapa más extraña de los 4F... sin su mejor miembro, La Cosa, pero con una sustituta de altura.

Allí nos veremos, siguiendo con nuestras aventuras domestico-galácticas.

Eloi Puig
05/11/2021

 

 

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