AdÉu, Birkenau
Ginette Kolinka.
Adieu Birkenau
(2024)

Guion
Ginette Kolinka,
JCMorvan
Victor Matet

Dibujo y color:
Cesc
Efa
Roger

Dosier
Tal Bruttmann

Editorial:
Norma Editorial
(2024)

Colección:
---

Núm: ---

Páginas: 112

Traductora:
Pilar Garriba

Cualquier historia o trama ambientada en un campo de concentración nazi es siempre sobrecogedora, pero si además una superviviente narra sus recuerdos en esos lugares de muerte y destrucción del alma, entonces la experiencia se intensifica un poco más.

Todos recordamos el caso de Maus, de Art Spiegelman, quizás la obra gráfica más premiada y recordada de esta temática. Pero también encontramos casos más recientes, con una ilustración potente y a veces fantasmal, como en el caso de Hierba, de Keum-Suk Gendry-Kim. Ambas obras comparten con esta el hecho de que el/la superviviente de un campo de exterminio ha podido narrar de una manera u otra su vivencia. Pero en este caso, además, Ginette Kolinka —nuestra protagonista— realizaba visitas culturales acompañando a colegios y adolescentes en excursiones organizadas para conocer de primera mano lo que significaba vivir en un lugar tan terrible.

El guion de Adiós, Birkenau es de Jean-David Morvan i Victor Matet, pero con la colaboración necesaria e indispensable de su protagonista, Ginette Kolinka, una francesa de origen judío que fue deportada al campo de concentración de Auschwitz-Birkenau. Y esta es su historia, narrada por ella misma décadas más tarde desde su liberación, cuando recordó el calvario que habían supuesto aquellos años. Esta historia es su testimonio vivo.

Quizás uno de los detalles más destacables de este cómic sea su estructura, en la que se unen pasado y presente. Vemos a Ginette explicando sus recuerdos, a menudo desde los mismos escenarios en los que estuvo recluida, de modo que el guionista, sabiamente, ha intercalado espacios tenebrosos del pasado con los lugares del presente por los que pasea Ginette con sus escolares. A veces podemos entrever sombras oscuras del pasado que parecen deslizarse hacia el presente. Son recuerdos oscuros de sufrimiento que contrastan con una Ginette Kolinka amable y paciente con los alumnos: una persona que no escatima en bromas y simpatía.

El carácter ingenuo y alegre de Ginette Kolinka ya se percibe en las primeras viñetas, donde bajo un París ocupado los judíos van perdiendo sus derechos como ciudadanos. Ella, sin embargo, se adapta y continúa con su vida como si nada. No obstante, en pocas semanas Kolinka y su familia se ven obligados a marchar hacia el sur para evitar ser capturados por los nazis. La obra deriva hacia la dirección que todos tenemos en mente y que el mismo título nos señala: la deportación inevitable al campo de concentración más grande que construyó el régimen nazi, junto a la ciudad polaca de Oswiecim, rebautizada en alemán como Auschwitz.

A pesar del horror del campo, la historia se describe de forma bastante aséptica, sin exceso de escenas escabrosas. De hecho, aquí el dibujo de Roger y Efa acompaña esta visión más suave o respetuosa con las personas que aparecen. Bajo unas viñetas enormes descubrimos un gran detallismo en la ambientación y una caracterización de las personas con formas redondeadas, rostros amables. De hecho, todo el cómic tiene algo de luminoso, no sé si por los colores elegidos o por el estilo con que ha sido ilustrado.

En definitiva, una historia de supervivencia que quizás ya hemos visto antes en otros cómics, pero planteada como una presentación de recuerdos revividos, como una manera de sacar hacia fuera el dolor del pasado a través de exponer ese mismo horror en el presente, a quien quiera escuchar, para intentar evitar volver a caer en este tipo de barbarie.

La obra gráfica se complementa con un dossier sobre aquellos meses de la vida de Ginette Kolinka con fotografías y diversa documentación asociada a recoger por Tal Brutmann

Eloi Puig
24/10/2025