De vez en cuando hay autores (entiendo que con la complicidad de las editoriales) que quieren experimentar de algún modo una idea, una trama, un estilo... un camino diferente de transmitir esa historia que tienen en la cabeza, de forma singular. Ejemplos podemos encontrar varios: Desde la claustrofóbica experiencia que es leer La casa de hojasde Mark Danielewsky a novedades recientes como El barco de Teseo, publicado por Duomo Ediciones.
La gracia es entrar en el juego de leer un libro de una forma diferente, dejarte llevar por lo que el autor ha diseñado para ti. Entonces, la experiencia puede ser enriquecedora (o no) pero sin intentarlo, nunca podrás saber si hubieras disfrutado de una lectura inspiradora o al menos original.
La misma editorial que comentaba, Duomo Ediciones, publicó hace unos meses Cruces. Historia de dos almas de Alex Landragin presentado con un estuche de cartón en el que se guarda la novela, que tiene una encuadernación clásica y una ilustración que nos hace pensar en una historia directamente extraída de alguna facción masónica.
Ésta es una novela que en el fondo no tiene demasiada complicación pero que ha sido escrita para ser leída de dos maneras diferentes: ¿La primera? De forma tradicional, pasando las páginas una a una de principio a fin. Esta vía nos llevará a descubrir que tenemos ante nosotros tres textos, tres novelas si queremos pensarlo así, y que tienen una estrecha relación entre ellas, como un fix up de tres historias. Pero claro, la gracia es entrar en el juego que nos propone Landragin y leerla siguiendo un itinerario que entra y sale de las tres novelas para componer una sola. Por ejemplo, si lo hacemos de esta manera (y así lo recomiendo), después de un prólogo que nos sitúa un poco y especula sobre el origen del texto que vas a leer... tienes que pasar a la página 180 hasta encontrar indicaciones que te conducen a otras páginas, anteriores o posteriores.
No es nada complicado y de esta forma penetraremos en la trama de Cruces. Historia de dos almas de forma más inmersiva, atendiendo a subtramas diferentes toda la lectura de forma más o menos simultánea.
¿Pero de qué va el libro? ¿Qué nos esconde? Lo cierto es que Cruces parte de una premisa bastante original y que te atrapa, especialmente después del tercer salto. Y es que la novela, como hemos comentado, se separa en tres partes: La primera es La educación de un monstruo y nos abre las puertas a una especie de biopic del famoso poeta francés Charles Baudelaire, de sus miserias en pleno s. XIX y de cómo escribe un diario personal (titulado precisamente La educación de un monstruo) para dejar constancia de que no está loco y que personas ajenas a él parecen quieren intervenir en su vida de forma misteriosa.
La segunda parte se titula Ciudad de fantasmas y nos traslada a las semanas previas a la toma de París por los nazis, o sea en 1940 y aquí encontramos a una pareja que se conocen contemplando la tumba de Baudelaire en el cementerio de Montmartre. Su relación parece formar parte de una atracción invisible como dos polos imantados. La subasta de un manuscrito inédito de Baudelaire les unirá en una aventura para intentar conseguirlo en estos tiempos bélicos que les ha tocado vivir.
Y la tercera parte (Cuentos del albatros) es la que nos ofrece la premisa revulsiva (desde la página 180): una tribu del Pacífico conoce un secreto que les permite intercambiar la conciencia con otra persona si se miran a los ojos directamente durante unos minutos. Este poder se puede ejecutar de tres formas diferentes (y no todo el mundo es capaz de hacerlo) pero una de ellas es intercambiando las mentes donde sólo el ejecutor toma conciencia del cambio de forma que la persona que ha estrado atraída al cuerpo del ejecutor... no recuerda nada de su anterior yo.
Como veis, si navegamos entre las tres historias siguiendo el itinerario sugerido por el autor nos iremos enterando de la trama de manera gradual pero con referencias a hechos que ya han ocurrido y otros que pasarán en el futuro. Esto, reconozco, le da un aspecto fresco a la lectura y además juguetón: El lector es quien irá resolviendo el rompecabezas que son las vidas que han ido ocupando las dos almas que las intercambiaron en una plácida pero fatídica noche cuando exploradores franceses llegaron a la isla. Un alma que busca a la otra, la segunda ajena a lo que está pasando.
Ya hablando más en términos literarios, debo decir que Alex Landragin logra despertar nuestro interés aunque alguna de las partes sea más revulsiva y sobrecogedora que las demás. Quizás la que más se me hace cuesta arriba (y que también es la más corta) es la primera que se ocupa de retratar la vida del poeta maldito, Charles Baudelaire.
El autor se ocupa también de investigar la vida de personajes históricos que aparecen en la obra: Desde el propio Baudelaire o su musa, la ex-esclava Jeanne Duval u otros como Coco Chanel pero para mi gusto, tanto si aparecen personajes históricos como si seguimos el hilo del alma de Alula, la chica que voluntariamente hizo el sacrificio de intercambiar su conciencia con un marinero, a éstos les falta un poco de carisma. Quizás no nos acaba de importar demasiado su destino en medio de una trama tan enrevesada.
También el ritmo que aplica el autor no acaba de acompañarnos del todo. Si bien, es cumplidor, resulta a veces monótono incluso en partes de la trama que debería exaltarnos por lo que se describe. Me falta emoción en la historia. Pero al mismo tiempo, paradójicamente, a medida que avanzamos en el itinerario por las tres partes vamos sintiéndonos más cómodos con una trama argumental que va encajando poco a poco pero de forma firme y sin fisuras. Quizá, sin embargo, me hubiera gustado un final más redondo que aunque transcurra por los inestables años de la II Guerra Mundial, donde las dos almas luchan por comprenderse y reencontrarse, merecería más consistencia, a mi juicio.
Cruces, Historia de dos almas. nos lleva a una persecución fantástica en cuerpos y épocas distintas, con autoreferencias que tienen algo de metaliterario y con una original presentación y ejecución que le otorgan un plus a la lectura. Una historia de amor infinita, una búsqueda que cambia por dentro a los personajes de forma metafórica y literal a la vez.
Eloi Puig
02/02/2025
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