| 
            
            A  menudo pensamos que la ciencia ficción es un género crítico que nos muestra de  forma diferente muchos de los problemas que tenemos como sociedad. Y esto es  completamente cierto. Pero no siempre tenemos en cuenta que también a través de  la fantasía, los autores tienen recursos para dar un puñetazo en la mesa y  evidenciar los males del mundo en que vivimos, sea de forma más alegórica o  como en este caso, brutalmente y sin concesiones. A ambos lados del espejo es la  tercera novela que leo este año de Ivan Ledesma y me demuestra que es capaz de  tocar multitud de registros (y muy bien, por cierto). Si Tres días en la  calle del ciprés era un thriller negro, y Ante dioses indiferentes una epopeya de terror con toques fantásticos; esta vez nos acercamos de forma  directa a un texto que bebe de la fantasía onírica de Alicia en el País de  las maravillas para acercarnos a la dura realidad del maltrato a la pareja.  Quizás no es la primera vez que una obra fantástica trata sobre la violencia  machista (ahora mismo también me viene a la cabeza Dientes Rojos de Jesús  Cañadas) pero que además lo desarrolle de una manera tan altamente original  como la que nos presenta el autor barcelonés sólo está al alcance de los  mejores imaginadores. Y Ledesma es uno de ellos. Alícia  vive con su novio, Roger. Un pobre desgraciado sin trabajo, medio alcohólico  que se pasa los días aplastado en el sofá mientras ella trabaja (y él se lo  gasta todo). La relación se sostiene por los hilos... por las hebras que  todavía quedan de una cuerda que les había unido en el pasado y a la que se  aferra una Alícia cada vez más fastidiada. Un día decide romper este vínculo y  le pide a Roger que se marche de casa, que está harta, que no puede más. Horas  después veremos cómo Alicia se presenta en comisaría con un cuchillo goteando  de sangre para entregarse. Pero la policía no encuentra ningún cadáver. A  veces una buena idea no es necesario expandirla demasiado y en este caso  Ledesma ha atacado su inspiración yendo al grano y sacudiendo cualquier rastro  de paja o de contenido de relleno en la novela. El autor nos presenta los  hechos a través de una narración sencilla y capítulos muy cortos que se leen en  un suspiro. Todo diseñado para que leamos la novela de una sentada y saquemos  nuestras conclusiones. Pim pam. Ivan  Ledesma nos descubre poco a poco un misterio que envuelve a nuestra  protagonista y sus acciones. Encontraremos una historia que se agarra a ti  desde la primera página, una trama dividida entre el personaje de Alicia,  narrado en una estremecedora primera persona y el de Marc, el policía que  investiga el caso, que interviene bajo una narración más distante en tercera  persona. Ambos personajes no podrán entender qué ha pasado ni el porqué no  existe un cadáver hasta que Alícia empiece a atar cabos y se vea sumergida en  una corriente de descubrimientos que abarcan las segundas oportunidades y la  capacidad de esquivar el destino, que arrastran miradas inversas a través de  los espejos bajo la guía de un conejito blanco bastante particular. Ésta  es, pues, la crónica de Alícia maltratada pero también puede ser el retrato de  su reverso en el espejo, la de Alicia despreciable, egoísta y ausente, la que  lleva una vida de libertinaje y menosprecia a su devoto marido. Dos caminos  diferentes, dos sentidos de la vida que quizás pueden confluir a través de la  magia para tratar de alcanzar objetivos e intereses que te hagan seguir  adelante, tanto si eres una persona vacía por dentro, sin empatía, como si eres  una persona a la que le han destrozado la cara por el simple hecho de desear  una vida mejor. A ambos lados del espejo es  una puerta cerrada que esconde unos abusos psicológicos y físicos que por  desgracia están completamente instaurados en nuestra sociedad pero también es una  ventana abierta al aire libre que nos insta a tener una mente sensible para  escoger otra vida más llena y mejor, a dejar atrás a una pareja tóxica, sea de  la naturaleza que sea, para seguir viviendo en paz y contigo mismo. Eloi Puig16/12/2024
    |