Violeta en el jardín de fuego
FANTASÍA ERÓTICA
 
     
 
 
 
 

VIOLETA EN EL JARDÍN DE FUEGO
(2016)

Alicia Sánchez

Editorial:
Applehead Team
(2016)


Colección:
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Núm:
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Páginas:
151

 
     
Violeta en el jardín de fuego

No soy ningún entendido en novela erótica, más bien tengo déficit en este tema. Hace unos años leí un curioso compendio de terror y sexo, Eros sangriento, pero poco más. Alicia Sánchez nos sumerge de lleno en una literatura que más que erótica, es directamente bizarra, un término que he aprendido recientemente de la editorial Orciny Press. Y realmente Violeta en el jardín de fuego encajaría bastante bien en una colección extraña y provocativa como aquella.

Y es que Alicia Sánchez, de la que leí hace unos años el relato "Su carne en mí carne" y que ya entonces se sentía cómoda con el sexo y la fantasía sobrenatural, nos provoca con una novela llena de sexo explícito, sadomasoquismo y realismo mágico... sí, fantasía que se acepta con una facilidad sorprendente. Nos tienta con personajes libidinosos, o negativos, o directamente despreciables. Y si no observad: Violeta es una joven de cuerpo extraño. Mide casi dos metros y es muy delgada, casi esquelética. Parece tener poderes sobrenaturales psíquicos que le permiten atisbar el interior de las personas y contemplar de qué mal sufren. Mientras tanto, su madre, Sola, es una luchadora que vive en la soledad y la autocompasión en un trabajo monótono mientras intenta cuida su extraña hija. Carlos es un yuppie, el jefe de la Soledad, un pequeño trepa al que le gusta que el torturen sexualmente. Y También tenemos a Dalia, una dominatrix de un club de privilegiados y pervertidos que montan orgías y otras manifestaciones sexuales en una mini sociedad secreta hiperjerarquizada. ¿Y porque no? Tenemos un científico loco, un profesor que trabaja con experimentos sexuales con hijas no reconocidas que harán estremecer a más de uno.

¡Tela con la mezcla! Esto es una bomba a punto de explotar. Y realmente, la autora sabe cómo gestionar estos personajes, al menos al principio del libro. Los primeros cuatro capítulos -aproximadamente la mitad de la novela- son notables: La autora construye muy bien los personajes, recrea con eficacia su entorno y nos proporcionando una sensación de hype a medida que seguimos avanzando en la lectura. Y es que Alicia Sánchez, en estos primeros capítulos se toma las cosas en serio, con calma pero manteniendo un buen ritmo: Desprende seguridad en el que escribe, tanto en las escenas sexuales, como en la intriga que acompaña al personaje de Violeta. De hecho llegamos a un cierto primer clímax con la salida de Soledad del hospital a la mitad del libro.

Hasta aquí bien, muy bien, pero después del ecuador de la novela, cuando esperas que la historia que nos ha presentado de forma tan sugerente continúe... parece que hay un pequeño salto, como una grieta en la narración, como si la autora hubiese querido pasar a la acción de forma demasiado precipitada y estridente. Creo que la trama argumental se difumina... que los personajes actúan de forma poco creíble o que incluso desaparecen. La misma Violeta, que supuestamente es uno de los protagonistas de esta obra no aparece en 50 o 60 páginas. No se le saca el jugo debidamente. Es tal vez el símbolo de la novela, al que todo el mundo busca para explotarla con los vicios más surrealistas y también con los más pragmáticos pero Violeta no levanta cabeza y continúa en un segundo plano sin que entendamos porqué. Y todo gira alrededor de una venganza que parece desmesurada y poco trabajada.

Me ha gustado el estilo de Alicia Sánchez (dejando de lado el abusivo uso de las comillas). Tiene una prosa directa y atractiva. Y también he disfrutado con la primera mitad del libro, tal vez porque la buena presentación de personajes y de situaciones estrambóticas parecían encaminadas a una novela con más fuerza. Pero la segunda mitad, como decía, la he encontrado, argumentalmente poco definida, con situaciones forzadas - como el final- y con un discurso que no sabe si acercarse más a la fantasía sobrenatural, al sexo como modo de vida, el discurso extravagante de nuestro profesor loco o a una venganza desmedida. Demasiado poco definido todo. Un mensaje que se diluye. Y es una lástima porque repito que la capacidad de la autora me ha parecido más que notable.

Violeta en el jardín del fuego es una novela llena de historias macabras y de personajes muy interesantes pero que peca de poseer una trama argumental floja que se basa más en el impacto visual de ciertas escenas que en un argumento elaborado. Es, sin embargo, una lectura que no deja indiferente, que merece ser leída, aunque sea por su originalidad a la hora de sentar las bases, aunque sea para aproximarnos a un género extraño, divertido, y sin complejos: el de la fantasía erótica, el del realismo mágico, el de los mundos sexuales que pueblan nuestro entorno.

Pruebe y ya me diréis.

Eloi Puig, 11/05/2016

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