Un minuto antes de la oscuridad
CF- DISTOPÍA/ GENÉTICA
 
     
 
 
 
 

UN MINUTO ANTES DE LA OSCURIDAD
(2014)

Ismael Martínez Biurrun

Editorial:
Ransom house Mondadori
(2014)


Colección:
Fantascy

Núm:
---

Páginas:
315


 
     
Un minuto antes de la oscuridad

Me gusta el título. Me encanta la portada. Y por primera vez  pruebo la prosa directa y a veces calculadamente fría y aterradora de Ismael M. Biurrun. Estoy hablando de la última novela de un autor que siempre ha destacado por el vertiente terrorífico de sus historias y que hace pocas semanas aparecía el sello Fantascy. Hablo de Un minuto antes de la oscuridad.

El título, como decía, es una declaración de intenciones: una referencia a la oscuridad y por tanto al terror. La portada en cambio nos lleva a pensar en una distopía en toda regla viendo cómo arden los barrios periféricos de Madrid. La unión de estos elementos de terror y de una historia de tendencia catastrofista nos lleva a una novela bastante transgresora con una trama inquietante aunque no muy definida: En un futuro muy cercano, la sociedad está a punto de colapsarse: Los servicios básicos de protección, escolarización, recogida de residuos y asistencia médica han desaparecido casi completamente de ciertos barrios periféricos de la capital española. Por las noches, bandas enormes de delincuentes campan a sus anchas sin que nadie les detenga. Asesinatos, ejecuciones, incendios... todo eso es lo que viven Ciro y su familia desde hace meses. Pronto habrá que decidir si irse y dejar sus vivencias atrás o seguir luchando por los derechos más fundamentales.

Estamos ante una novela que flota sobre un punto de inflexión concreto: La ruina de nuestra civilización tal como la conocemos. El momento en que los últimos intentos para mantener una sociedad de forma coherente y armónica están a punto de caer y donde la permisividad y la ley del más fuerte parece abocar a la humanidad a nuevas eras alejadas de la democracia y más consecuentes con nuevos poderes tiránicos que pueden desembocar en cualquier cosa.

Hasta aquí la prosa y la historia de Biurrun no tiene ningún resquicio significativo. El único pero que le pongo a soto voce es que no sabemos qué pasa las otras ciudades del estado, o en el mundo entero. No tenemos una idea de hasta qué punto la humanidad está cayendo en la barbarie o si es un hecho más bien aislado de una zona o del país. Y también hay que decir que en estas primeras páginas los ingredientes de terror que utiliza el autor son significativos y muy elaborados: El hecho de que un símbolo tan inocente como una camisa floreada hawaiana pueda significar muerte y destrucción es fantástico. Los momentos de puro terror a que se enfrentan algunos de los personajes son sublimes.

Pero a partir de un momento de la novela, Biurrun nos añade otro punto de enfoque, otra trama que hay que seguir con atención. Una historia sobre genética, sobre clones y sobre los sentimientos, pasiones y miserias de éstos. Un giro que provoca que nuestro centro de atención se divida siguiendo las dos historias diferentes de la novela, solapadas pero de enfoques desiguales: El fin del mundo, de la civilización por un lado, y los problemas personales de los clones, de estos seres miméticos que son activados para ayudar a las familias que pueden permitírselo.

Ambos funcionan por separado pero no se si atreverme a decir que se integran bien el uno con el otro pues por momentos una trama cobra mucho protagonismo y la otra se deja de lado y viceversa. Aquí creo que al autor le ha faltado mano izquierda (o más páginas) para narrarnos la historia que él quería. Esta visión doble, este bipolarización de las temáticas ha hecho que Biurrun haya dividido sus energías y por tanto la lectura haya perdido algo de profundidad, que no sea tan cruda y real como al comienzo de la novela.

Estas cavilaciones no impiden en ningún momento que Un minuto entes de la oscuridad se lea en un santiamén, que en escenas determinadas la lectura penetre duramente a nuestra mente o que disfrutemos de lo lindo con la prosa directa y los diálogos llenos de vida de los personajes. Una novela notable que se distrae a ratos y que no sabemos muy bien qué finalidad busca con precisión. Si nos quiere retratar ese punto de inflexión del que hablaba antes en una sociedad moribunda, lo hace muy bien, si nos quiere hacer reflexionar sobre la naturaleza de los clones, entonces el mensaje se dispersa un poco.

Lo que sí es seguro es que me he quedado con ganas de leer más abre de Ismael M. Biurrun . La capacidad que posee para provocar nerviosismo y angustia en ciertos momentos de la novela es prueba de que el autor sabe lo que se hace. Quizás esta vertiente terrorífica de la que siempre ha hecho gala aquí se disuelve un poco - según sus propias palabras- para encajar en una colección más abierta a todos como es Fantascy. Como decía me quedo con las ganas de conocer el Ismael M. Biurrun ganador de premios como el Nocte o el Celsius. Un minuto antes de la oscuridad ha sido un muy buen comienzo para conocer más sobre el autor. Habrá que seguir.

Eloi Puig , 14/04/2014

 

 

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