Los últimos días de Jack Sparks
TERROR
SOBRENATURAL
 
     
 
 
 
 

LOS ÚLTIMOS DÍAS DE JACK SPARKS
The Last days
of Jack Sparks

(2016)

Jason Arnopp

Editorial:
Obscura Editorial
(2020)


Colección:
---

Núm:
---

Páginas:
368

Traductor:
Jesús Cañadas

 
     
Los últimos días de Jack Sparks

No sabéis como de bueno es leer de vez en cuando lecturas que podríamos definir como refrescantes. Novelas como estas, que a pesar de tratar un tema claramente terrorífico, están escritas en un estilo distendido, que roza la blasfemia si nos fijáramos en los cánones del horror ya que tanto te puede hacer encoger en el sillón como sacarte una sonrisa de la cara. Estoy hablando de Los últimos días de Jack Sparks de Jason Arnopp, traducida por Jesús Cañadas, otro gran acierto de Obscura Editorial

Jack Sparks es un ególatra, un vividor y hasta cierto punto también un poco aventurero. Tiene ese punto de ser una persona curiosa, pero a la vez pragmática, tiene esa ambivalencia que lo hace un personaje atractivo y repulsivo vez. Y es que Jack Sparks es un escritor subido al carro de la fama y es reverenciado y odiado por igual por sus numerosos seguidores.

Sparks ya ha escrito algunos libros de éxito, textos pseudo-periodísticos narrados en primera persona donde experimenta situaciones extremas o adicciones —como las drogas— que le hacen tambalear la razón. Pero ahora tiene un nuevo objetivo: Hablar sobre el mundo paranormal. El problema es que no posee experiencia directa y decide presenciar un exorcismo en una aldea de la Italia profunda. Y los exorcismos no siempre tienen final feliz... especialmente si uno de los presentes se pone a reír y a mofarse del demonio que está poseyendo a la niña en cuestión.

“La reacción de María es de lo más curiosa. En lugar de seguir lanzando espumarajos por culpa del nazareno crucificado, me mira directamente a mí. Un destello de sol hace que esos ojos amarillentos parezcan arder en llamas. María ladea la cabeza, perpleja. Y entonces me sonríe. (…)”

Además, poco después, Sparks descubre que alguien ha colgado un misterioso —y terrorífico vídeo— en una de sus cuentas y se obsesiona por descubrir al autor de esta intromisión en su vida privada. Entraremos a partir de ahí en una lucha constante entre lo racional y científico y lo irracional y rodeado de misticismo y religión. Y hasta aquí casi podríamos decir que tenemos ante nosotros un homenaje a la obra maestra que es El exorcista de William P. Blatty. Pero no, Arnopp no ​​pretende sólo angustiarnos: Quiere hacernos perder el sentido de la realidad con una aventura que combina el terror con el humor en una mezcla de situaciones hilarantes donde el protagonista se quiere convencer a sí mismo de que todo lo que ve y experimenta de forma empírica no es real, sino un engaño.

Lo cierto es que los diversos estratos de lectura que ofrece esta novela es uno de los puntos más inteligentes que encontraremos. Estas capas se superponen y combinan de forma tremendamente adictiva. Por un lado, tenemos los textos que escribe Sparks en las últimas semanas de vida (y que es propiamente la novela) pero también los encontramos acompañados de anotaciones de su hermano mayor (que ha recogido su diario) y de confesiones de otras personas con las que el escritor trató recientemente (su compañera de piso, Bex, la médium Sherilyn Chastain etc ...). Son, como decía, capas y capas de historias que se solapan de manera perfecta. Pero también existe ese puntito de meta literatura que nos hace pensar si Jason Arnopp, el autor, quiere jugar con nosotros a un nivel aún más profundo.

Pero lo que quizás más importa aquí es el estilo, distendido y cercano con que Sparks habla con sus fans y lectores a través de su diario. De cómo se ríe de cosas que no entiende y también como nos hace provocar escalofríos en muchas situaciones que nos describe. Esta combinación tan visceral entre el humor y el horror es complicada de transmitir.

¿Qué se hace en una situación así? Cuando uno es ateo pero una maga de combate loca te ordena que actúes de inmediato para evitar el contacto con una entidad paranormal que se abalanza hacia ti en una casa-barco de Hong Kong, ¿qué se hace exactamente en una situación así?”

Pero hay un tema que a mí me ha llamado la atención: La narración, al tratarse de un diario o relato en formato de primera persona va dirigido a sus lectores. Por lo tanto, Jack Sparks, nuestro escritor que quiere seguir en lo alto de la fama, puede manipular la realidad y ocultar hechos que simplemente no quiere dejar por escrito. Y esto todavía le otorga una nueva perspectiva a todo el proceso de degradación espiritual a que está sometido nuestro carismático, (y también estúpido) escritor intentando que las experiencias vividas formen parte más de un reality show que de un periodismo serio.

Porque el ego de Jack Sparks será aquel elemento clave de su carácter que encontraremos tan repelente que a menudo disfrutaremos cuando el protagonista sufre un revés en algunos capítulos. Es curioso como el autor es capaz de ponernos a su principal personaje en nuestra contra, y encima aprovechar esta circunstancia para enredar más la madeja mientras juega con nosotros. El mismo Sparks habla de su egocentrismo y egoísmo a menudo, incluso cuando pasa miedo:

"El mismo susurro, el sonido helado como una esquirla de hielo que atraviesa el aire acondicionado. ¿O tal vez solo ha sido parte de ese incesante zumbido? ¿Quizá alguna anomalía sonora que ha engañado a mi oído? Estoy acostumbrado a los idiotas que me dicen que estoy obsesionado conmigo mismo, pero espero no haber llegado a tal nivel de obsesión que oigo al aire acondicionado pronunciar mi nombre.”

La narración, como comentaba es extremadamente fluida, aunque en algunos momentos centrales, cuando el lector no sabe qué pretende Arnopp con un personaje tan estrambótico como Jack Sparks y estamos un poco distantes de sus investigaciones paranormales, el ritmo se ralentiza un poco. Pero ¡oh! Todo lo que parecía absurdo cobra sentido en unos capítulos finales intensos y repletos de cambios de guion, frenazos, acelerones y curvas que incluyen todo tipo de fenómenos y viajes. Unos descubrimientos por parte del lector que nos acercan a una excelsa meticulosidad por parte de Arnopp que encaja todo el puzzle que nos había estado preparando delante de nuestras narices.

¿Cómo definir pues, esta novela? Es complicado porque la podemos hacer encajar tanto como una comedia sobrenatural con puntos oscuros, como una historia extrema de terror psicológico y sobrenatural con pinceladas humorísticas. Sea como sea, el terror está muy presente porque, de hecho, la novela habla sobre un libro que el protagonista escribe para descubrir si los fantasmas, el demonio, las posesiones o el más allá existe de verdad o es una simple broma de mal gusto.

Capas y capas. Divertidas. Terroríficas. El lector determinará, tal como dice Jack Sparks si se encuentra ante un caso de falsedad documental o las pruebas definitivas de la existencia del diablo. Jack Sparks ya lo definió perfectamente con esta sentencia:

"Quizá es que a fin de cuentas sí soy Scooby-Doo. Quizá sea todo culpa del conserje."

Eloi Puig
27/08/2021

 

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