Ubik
CF- PODERES MENTALES
 
     
 
 
 
 

UBIK
Ubik
(1969)

Philip K. Dick

Editorial:
Kalandraka
(2021)


Colección:
Factoria K

Núm:
---

Pàginas:
307

Traductor:
Martí Sales

Lectura del 2001:







Editorial:
La Factoría
(2000)


Collección:
Solaris Ficción

Núm:
3

Páginas:
222


Traductor:
Manuel Espin

Otras ediciones:

CASTELLANO:
2005 Puzzle

2004 La Factoría, Ventana abierta, 6

1985 Orbis. Biblioteca de Ciencia Ficción17

1976, 1985 Martínez Roca, Super ficción13


 
     
Ubik

Leer en Philip K. Dick es leer Ubik... al igual que leer Ubik es leer a Philip K. Dick. No sé si me explico demasiado bien, pero esta definición tan simbiótica es la forma que tengo de reafirmar un hecho que creo que es evidente para todos aquellos que han seguido un poco la carrera literaria del escritor estadounidense: Su obsesión por la percepción de la realidad alcanzó las más altas cotas de calidad en esta novela, convirtiéndose en su gran legado, en su obra más influyente y sobre todo más paradigmática. Tan sólo, el éxito que le otorgó el film Blade Runner la dejó un poco a la sombra sustituyéndola por la más mediocre ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? por todos conocida.

Cuando leí por primera vez Ubik, en abril del 2001, tuve una extraña sensación que me hacía remover en el sofá mientras absorbía las ideas que lanzaba Dick. Cuatro años antes había leído ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? y no me había gustado demasiado pero el nombre de Dick era una especie de gurú en la ciencia ficción, y más si frecuentabas la librería Gigamesh o leías los cómics de Fanhunter. Y cuando me llegó a las manos Ubik le di otra oportunidad al autor. A día de hoy, antes de empezar la segunda lectura de la novela, a pesar de no recordar demasiado su trama argumental, sí que he rememorado con claridad estar tumbado en el sofá del comedor sin poder parar de leer, flipando con lo que me estaba explicando el autor, experimentando por primera vez la irrealidad que también puede provocar la ciencia ficción, recordando aquella sensación, extraña, peculiar, de estar leyendo algo tremendo, superior, todo un clásico indiscutible.

Sí, quizás ahora visto con más perspectiva —y sobre todo con algunos cientos de lecturas más— no me ha impactado tanto, pero creo que Ubik sigue siendo una lectura indispensable para todos los amantes de la ciencia ficción más experimental y especulativa… y una novela que seguro, asentó muchas bases para obras posteriores. Sí, cierto es que algunos conceptos futuros que Dick imaginaba se han estrellado y parecen a día de hoy anacronismos impensables, pero esto ocurre en buena parte de las obras de Dick y ciertamente es lo de menos. Sea como fuere ésta es una lectura imprescindible para entender algunos de los fundamentos de la ciencia ficción actual. Como decía, Dick es Ubik y Ubik es Dick.... y todo en esta novela gira en torno al concepto de la realidad y de cómo la percibimos, la vivimos y también de cómo la transformamos.

Nos situamos en un futuro cercano donde de forma bastante original (aunque me atrevería a decir que con ideas capturadas de otro gran autor como fue Alfred Bester), Dick nos traslada de forma enérgica y cargada de sentido del humor a una época muy bien diseñada en la que los poderes mentales son una capacidad normal de muchos miembros de la sociedad y donde por ejemplo, la semi-vida es un estado más de nuestra existencia. En esta visión futura de la humanidad conviven numerosos humanos con poderes psíquicos (telépatas, precogs etc) y naturalmente también existen los humanos que pueden anularlos, llamados inerciales. Y esto, en un mundo capitalista regido por la ley del más fuerte es importante pues una persona psi, a través del espionaje industrial, podría robar estrategias y planes secretos de grandes compañías. De modo que también tenemos las empresas captadoras de inerciales para hacerles frente.

Y aquí es donde encontramos a nuestros protagonistas: Glen Runciter, gerente de una próspera empresa de inerciales y Joe Chip, su mejor técnico. Mientras Chip ha captado a una nueva inercial que parece muy poderosa para hacer frente a los campos psíquicos, Glen lucha por mantener a la compañía en el primer nivel. Runciter tiene su mujer en un ataúd en Suiza donde resta en estado de semi-vida. Esto significa que está muerta pero que conserva la capacidad de comunicarse contigo levemente. Y sigue siendo consejera de la empresa cuando hay crisis profundas. Un día Runciter recibe un encargo importante que le significa convocar a once inerciales para poder hacer frente a una crisis en la Luna. Pero algo va mal y Joe Chip se convierte en el nuevo dirigente de la empresa mientras empieza a experimentar fallos en la realidad que le rodea.

Dick nos lleva por dónde quiere durante todo el rato con un ritmo frenético donde no tienes ni un momento de respiro. Nos narra de forma magnífica los cambios experimentados en la realidad y nos hace dudar constantemente de lo que leemos. Quizás antes (y más tarde) también lo había hecho en otras novelas pero creo que es ahí donde su talento supo desarrollarse mejor. Aquí tenéis un fragmento que ejemplifica los cambios en el universo que rodea a Joe Chip:

"En el límite de su campo visual vio un edificio alto de un amarillo encostrado. Pero algo le extrañó. Un parpadeo, una mutabilidad, como si el edificio basculase entre la estabilidad y la inciertas insustancial. Una oscilación en cada fase duraba pocos segundos y se fundía en su fase antagónica, una frecuencia bastante regular como si un latido orgánico subyacera bajo la estructura.”

Ubik es original y compleja. Ubik tiene ritmo, Ubik es una novela para reflexionar sobre el sentido de la realidad que nos envuelve; es una aventura para saborear tranquilamente y para releerla de vez en cuando, pues es probable que en la primera lectura no lleguemos a captar todos los detalles que trata de contarnos el autor. Su complejidad, sin embargo, es fascinante y deliciosa y puede animarnos y enseñarnos que no todo lo que observamos quizás sólo forma parte de una realidad determinada.

Recordad esa máxima, repetida un montón de veces que se ha convertido en una especie de grito de guerra dickiano y que ya ha pasado a la historia de la ciencia ficción e incluso ha dado el título a una biografía del autor: Yo estoy vivo y vosotros estáis muertos

A destacar el trabajo de Martí Sales, el traductor, para actualizar esta obra del año 1969 sin desprenderse de aquellos puntos anacrónicos y poco rigurosos que también la hacen tan especial. Y felicitar a Kalandraka por esta colección de clásicos que nos traen en catalán (algunos de ellos, por primera vez) y que ya ha publicado títulos referenciales como Solaris o El hombre en el castillo

Eloi Puig
29/01/2023

 

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