Ecléctica como nunca, el pasado noviembre nos llegaba la Catarsi número 25, un hecho que evidencia una vez más la dedicación desinteresada que varios aficionados al fantástico realizan para mantener una publicación que ya podríamos considerar un clásico dentro del fandom catalán.

Este número 25 me ha dejado una sensación agridulce. No he podido conectar demasiado con algunos cuentos pero otro lado otras narraciones me han dejado muy satisfecho. Me doy cuenta, obviamente, que las temáticas influyen bastante en mis valoraciones pero también especialmente aprecio que el cuento me hipnotice, me ancore en la lectura. Si tengo que repetir la lectura de frases, o releer párrafos para entender un mensaje, mi motivación decae en picado.

Hablemos un poco de todo ello. Empezamos con "Andròmeda" de Oriol Monclús. Un relato tierno y cercano sobre el fin del mundo y la relación entre un abuelo y su nieto. Hasta aquí todo correctísimo. El principio y el final me han parecido notables. Pero la parte central del relato —la más extensa—, con las reflexiones del abuelo mientras camina por una ciudad supuestamente muerta y sus encuentros, están narrados a un ritmo demasiado lento para mi gusto y me aporta poco sentimiento, si lo comparamos con el principio y final del relato. Correcto pero podría haber sido más.

"Somnis d’angoixa" de Octavi Franch es un relato de fantasía sobrenatural. Un demonio haciendo su oficio y una chica que arriesga a menudo su vida para buscar algo que ha perdido: Su padre, su tranquilidad interior... no he conectado demasiado con la trama. Me gusta que el autor separe los personajes y cree un vínculo final entre ellos pero no me ha atrapado demasiado

El caso de "Monoteísta" de Ricard Millàs es paradigmático: No lo he entendido. El relato es muy metafórico (o eso creo) y trata una escena alrededor de un ritual que describe un sacrificio. Lo cierto es que no he podido conectar con este. Quizás es más cosa mía y no del autor pero no es el estilo de cuento que busco o con el que disfruto.

Menut continúa apostando por los títulos largos por sus cuentos  —cosa que particularmente desapruebo, todo sea dicho—. En este caso nos propone "Les cròniques d’anabsnde la història. Volum I A l’origen de la vida". Bueno, dejando de lado el título debo decir que tenemos ante nosotros un relato con un enfoque original (microscópico) para narrarnos una historia épica protagonizada por células. Muy interesante esta mezcla de ciencia con un cuento fantástico por la manera con que se desarrolla, pues el autor antropomorfiza los protagonistas microscópicos para poder contar una fábula que de otra manera sería impensable de narrar. Curioso y muy instructivo.

Quizás el cuento con un argumento más clásico nos lo trae Antoni Herrero con "El verí de la sang" pero al mismo tiempo para mí ha sido el relato -—con el permiso de Mike Resnick— más bien escrito y con el que me he sentido más cómodo: Narración fluida y bien trabajada y una premisa que es una incógnita pero que mantiene un interés constante. Un cuento breve pero bien acabado sobre un personaje que se dedica a secuestrar y torturar a personas solitarias para alcanzar un hito misterioso.

"Principis i finals" de Edgar Cotes es un relato que ha pasado a la fase final de los premios Ictineu de este año. Se trata de un cuentos de tipo catastrofista lleno de mensajes impactantes y más que interesantes que combinan la ambientación catastrofista del último hombre vivo sobre la Tierra con la inteligencia artificial que la gobierna.

"Es gracias a las dos, amor y muerte, que se da cuenta de lo que significa ser humano. Y advierte que aquellas máquinas, aquellos androides ni mueren ni tampoco se enamoran. Y entonces entiende, que la perfección, la utopía no es humana."

El cuento reflexiona sobre la naturaleza humana a través de una puesta en escena simple y atrevida donde las IA’s toman las riendas de la civilización.

Para cerrar la revista, encontramos otro gran cuento —también finalista en los Ictineu de este año— del malogrado Mike Resncik que con su sensibilidad habitual nos ofrece "El darrer gos", una tierna historia de ambientación post apocalíptica donde el protagonista es un perro que busca sobrevivir desesperadamente. Me ha recordado a otros cuentos similares donde el enfoque está dirigido al mejor amigo del hombre. Sin ir más lejos, como uno de los grandes clásicos de César Mallorquí: "El rebaño". Como es habitual, Mike Resnick, cumple con las expectativas.

Quisiera destacar también las ilustraciones de Dani Ramos y Carlos Acedo -—sin desmerecer las demás— pero que me han gustado especialmente.

Eloi Puig
18/09/2020