Quizás la novela más conocida de Dick, aunque no
precisamente por su calidad si no por la película Blade Runner de Ridley Scott, inspirada en esta. Aquí tenemos uno de aquellos
ejemplos en que la película acaba superando -y de lejos-
a la novela.
Nos encontramos ante una decadente historia post-nuclear que nos
muestra de forma contundente y depresiva la situación en
la Tierra después de la guerra. El argumento mezcla a los
seres humanos y a los androides (replicantes) y los sentimientos
de ambos.
La idea es buena pero el autor no se ha esforzado demasiado en
definir una buena línea argumental. La cuestión es
que la buena idea queda en eso. A menudo la novela es confusa y
no entiendes exactamente de qué habla. La acción es
demasiado rápida y algunos diálogos son incoherentes.
Además (esto posiblemente sea cosa del editor) no se hacen
diferencias a la hora de expresar el pensamiento del protagonista
con el resto del texto.
Por cierto, poco a ver con la famosa película
Una curiosidad: Phillip K. Dick murió unos meses ante que
se estrenase la película en los cines (1982), con lo que
empezaría a hacerse famoso después de su muerte; quizás
por este motivo se le llama el "Van Gogh" de la ciencia
ficción
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