| Con cierta vergüenza tengo que decir que me he decidido a 
              leer la novela en este momento por el estreno de la película 
              del mismo título que se sale a finales de junio (un remake, 
              todo hay que decirlo). Sí, es vergonzoso que todo un clásico 
              como este se me haya escapado tanto de tiempo, pero es que hay tantos
y 
              tenemos tanto que aprender de estos primeros visionarios de la ciencia 
              ficción
  H.G.Wells es un referente cuando hablamos de ciencia ficción, 
              un modelo a seguir; seguramente, junto con Jules Verne inventó, 
              dio a conocer, las primeras historias ambientadas en un entorno 
              de ficción, a veces científico y a veces especulativo. 
              Podríamos afirmar que estos dos personajes asentaron unas 
              bases para que autores posteriores hicieran crecer el género. 
              Curiosamente los dos eran europeos, aun cuando la corriente principal 
              del género se desarrollaría décadas más 
              tarde a los EE.UU.  Pero vayamos al grano. Qué puedo decir de La Guerra de los 
              mundos? Es muy simple. Es una de las mejores novelas que he leído 
              de ciencia ficción: Por su sencillez, por su prosa, por su 
              especulación, más de carácter social y ligeramente 
              filosófico que científico, en definitiva por como 
              una novela de finales del siglo XIX me puede parecer tan actual. 
              Narrada en primera persona pero haciendo referencia a diferentes 
              lugares al mismo tiempo de las cercanías de Londres, el protagonista 
              observa y vive en su propia piel los hechos que conducirán 
              a una destrucción masiva y sin escrúpulos de todo 
              lo que le rodea: Una invasión extraterrestre.  La guerra de los mundos se basa en una invasión marciana, 
              -cuando los conocimientos de aquel planeta eran bastante más 
              escasos que ahora y cuando la imaginación desbordante de 
              gente como Wells, Verne o Burroughs podía desarrollarse sin 
              barreras- perpretada sin concesiones, sin moralejas facilonas y 
              con toda su crudeza. Los marcianos quieren conquistar el planeta 
              y la Tierra no está preparada para esto. Me interesa mucho 
              el hecho de como Wells describe aquella sociedad victoriana inglesa, 
              aquellas plácidas comarcas verdes y aquella superioridad 
              británica que parecía que no tuviera rivalidad en 
              todo el mundo
 pero sí en Marte.  Wells, pues, realiza también una autocrítica a esta 
              prepotencia inglesa, dejando a los ingleses -y de paso al resto 
              del mundo- como muy inferiores a los marcianos, sin la tecnología 
              necesaria por hacerlos frente y con cada vez menos ímpetu 
              por intentar resistir la invasión. Seguramente la resolución 
              del problema es para mucha gente muy fácil y simplona pero 
              yo no veo así: No hacen falta grandes gestas heroicas, ni 
              grandes momentos dramáticos por ganar al invasor
 Wells 
              nos da a entender que no somos nada en este universo y que quizás 
              mejor nos miremos con otra cara este mundo dónde vivimos, 
              ni que sea para redescubrir una facultad a menudo perdida: la modestia.  La guerra de los mundos tiene una anécdota que hace falta 
              contar: Al 1938, Orson Welles realizó una versión 
              radiofónica que hizo salir a miles de personas a las calles 
              de Nueva York -Sí, entonces ya eran así de crédulos- 
              creyéndose que realmente los marcianos estaban invadiendo 
              la Tierra. Un hecho que demuestra por una parte la capacidad dramática 
              de Orson Welles pero también el potencial de esta obra.  Una novela pues, que me desagrada haber tardado tanto en leer -también 
              es verdad que la edición en catalán me ha costado 
              de encontrar- y que recomiendo a todo el mundo. No es un tratado 
              militar ni un ensayo sobre filosofía extraterrestre
 
              es simplemente una buena novela de marcianos, corta, sencilla, entretenida 
              y con trasfondo social. Qué más se puede pedir?   |  |