El regalo de Gliese
CF/ CONTACTES/ HUMOR
 
     
 
 
 
 

EL REGAL
DE GLIESE

(2012)

Víctor Nubla

Editorial:
Males herbes
(2020)


Colección:
Distorsions

Núm:
02

Páginas:
192

Otras ediciones:

Castellano:

2013 Aristas Martínez


 
     
El regal de Gliese

Conocí la obra de Víctor Nubla tarde. Males Herbes apostó por él de forma inequívoca desde el principio, como lo evidencia que esta novela, El regal de Gliese, fuera el  número dos de la colección Distorsions y que ahora recientemente haya salido la segunda edición. Una novela que sospecho coincidía exactamente con lo que buscaban los editores: Una trama desenfada, con toques experimentales y que tratara de forma desacomplejada la literatura de lo extraño en catalán (que buena falta le hacía). Y que en este caso nos acercó la ciencia ficción humorística sobre los contactos alienígenas.

Pero un servidor no tuvo presente al autor hasta que me llegó a las manos aquella antología en forma de delicatessen culinario y fantástico que es Les investigacions del cap Pendergast. Más tarde su particular estilo quedó patente también con Metal·lúrgia (Premio Ictineu 2020), publicada pocos meses antes de que nos dejara.

Y después de haber disfrutado de estas dos propuestas, me quedaba aquel gusanillo de no haber probado aún su primera novela: El regal de Gliese. Esta, como el resto de su bibliografía fantástica tiene una serie de elementos que forman una especie de libro de estilo con el que Nubla nos deleitaba: Humor, sutileza, ironía... y todo ello especiado con los toques gastronómicos que siempre introducía en sus historias. Y esta vez, también, con pequeñas dosis de la música que tanto amaba.

Estamos en Gràcia, aquel barrio tan adorado y odiado de Barcelona que atrae a miles de personas en sus fiestas. Y nos encontramos, claro, en pleno mes de agosto bajo una canícula veraniega de primer orden. Sebastián Janowsky es un artista, medio bohemio, medio hipster que se mueve de fiesta en fiesta por las azoteas de Gràcia una vez el sol se pone. Pero esta última noche el bullicio ha dado un giro inesperado y Sebastià comprueba de pronto como las plantas le empiezan a hablar (educadamente, eso sí)... l igual que todo tipo de objetos más inverosímiles. ¿Demasiado drogas quizás? El caso es que él no había tomado nada. Al día siguiente se despierta en una casa que no es la suya y con un cadáver a su lado. ¡Alea jacta est!. En Janowsky se encuentra en un buen lío.

Nubla nos conduce de forma firme por una divertida odisea por las calles y plazas de Gràcia para tratar de descubrir qué pasó la noche anterior. Pero lo hace, a pesar del ritmo frenético, sin dejar de lado el espíritu artístico del protagonista y de sus amigos y sin olvidar tampoco la bohemia de los buenos vermuts y de la buena comida de aquellos locales que aún conservan algo del espíritu del barrio.

Por medio toparemos con un asunto empantanado por unos alienígenas algo despistados y porque no decirlo también un poco cabrones que ya contactaron con los antepasados ​​del homo sapiens hace unos años; también nos adentraremos por breves momentos dentro del mundo de la física cuántica (un tema recurrente en la obra de Nubla) que convierte el ariete con el que el autor hace caer cualquier barrera de la ciencia ficción y como no, encontraremos que los perros nos harán más buena compañía del habitual. Todo ello para resolver un caso extraño que ha afectado a Sebastián por encontrarse en el peor lugar y en el momento oportuno.

El autor hace gala de aquellos rasgos que comentaba al principio de este escrito, utilizando el tono humorístico pero contenido, sin sobrepasarse en aquella frase lapidaria o en aquel diálogo absurdo y que proporciona a la novela  una falsa apariencia de realismo mágico con toques importantes de surrealismo agudo. También observaremos como el humor irreverente de Nubla se va filtrando párrafo a párrafo para acercarnos a una historia tan inverosímil como paródica y que podría beber directamente de Lovecraft y sus seguidores. Un humor que toma muchas formas: Desde la misma naturaleza del problema que azota la Vila de Gràcia, hasta detalles como los nombres y apellidos de los extravagantes artistas que pululan alrededor de Janowsky (algunos de ellos basados ​​en personajes reales) y de sus respectivos trabajos (los amigos de Janowsky no siempre trabajan en lo que afirman dedicarse). Puntos de atención que nos hacen sonreír y que en el fondo no significan nada para la trama pero que son detalles que te quedan grabados pues esta sutileza intangible es la que nos ha enganchado a la lectura sin que nos demos cuenta.

En El regal de Gliese, Nubla plantó la semilla de lo que poco a poco desarrollaría más tarde en otras novelas. Es quizás esta una obra menos acabada que las otras, con alguna situación que no acaba de cuadrar y que se queda a las puertas de algo más. Por eso comento que la evolución de sus obras me parece in crescendo. Sea como sea, no bstante, disfrutaréis de una breve novela  repleta de situaciones cómicas y con final épico pasado por medio de las fiestas de uno de los barrios más carismáticos de Barcelona (donde vivía el autor). Muy recomendable para aquellos que quieren experimentar con el fantástico en clave de humor.

Eloi Puig
25/01/2021

 

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