| 
           La primera vez  que oí el nombre de Ted  Chiang fue cuando apareció esta antología de su obra. Y no es de  extrañar ya que el buen hombre no se dedica normalmente al sagrado arte de la  literatura. Chiang escribe cuentos cuando quiere y  cuando lo cree conveniente. Eso tampoco sería ningún dato interesante si no  fuera porque acostumbra a ganar los más altos premios de la Ciencia-Ficción  anglosajona cuando escribe (Hugo, Nebula, Locus ...). Y ésta es  la recopilación de estos cuentos. O sea que preparaos a leer una de las  antologías más rompedoras de los últimos tiempos. 
          Chiang no  escribe siempre para el gran público. Sus argumentos son a menudo complejos y  poco digeribles, pero sus ideas tienen aquella punta de originalidad y de  maravilla que querríamos leer siempre. Y su estilo capta la atención del lector  en el instante. En La Historia de tu vida encontraremos ocho relatos que repasan en clave  de ciencia-ficción y de fantasía una diversidad temática muy sugerente, desde  especulaciones científicas a planteamientos metafísicos, desde teorías  matemáticas que hacen traquetear la ciencia a debates éticos sobre la belleza. 
          El autor tiene la capacidad de vendernos  como real hechos de cariz fantástico con una  facilidad sorprendente. Es una habilidad que demuestra sobre todo en los  relatos que apuestan más por la fantasía como La Torre  de babilonia, Setenta y  dos letras o El Infierno  se la ausencia de Dios. La  otra habilidad innata en Chiang es la inmersión en la CF hard que se  demuestra en cuentos como Comprende, Dividido entre  cero o el mismo Setenta y  dos letras. 
          La  Torre de babilonia es un relato muy  especial pues parte de la premisa que los hechos bíblicos son reales (o lo  fueron) y que por lo tanto la mítica Torre de Babilonia  construida por los hombres para llegar al cielo existió. Chiang  nos narra una historia donde el sentido de la maravilla no se pierde en ninguno  instante y donde nos depara más de una sorpresa.  Siempre bajo la perspectiva de los personajes de la época, el autor nos muestra  una conjunto de creencias entre científicas y metafísicas mientras ascendemos  por la torre camino de la bóveda celeste. Es interesante extrapolar este cuento  fantástico a algunas teorías científicas sobre la forma del universo. 
          Comprende, en cambio se adentra en la mente humana  para ofrecernos una historia de proporciones épicas. A raíz de una fármaco en  pruebas, el protagonista empieza a alcanzar niveles de inteligencia nunca  vistos. Todo funciona como él querría pues no hay nadie que pueda compararsele  hasta que encuentra a un igual. La batalla entre sus mentes será propia de dos  dioses. Es una historia absorbente que recuerda en cierta manera el comienzo de  Flores para Algernon  pero que después evoluciona para darnos un tour de force  formidable. 
          Quizás el relato menos interesante es Dividido entre cero  donde una matemática encuentra una prueba que  las matemáticas no son fiables a nivel teórico, provocando que la más simple  fórmula no se sostenga por ningún sitio. El vuelco que hará su carrera a partir  desde el hallazgo repercutirá en su vida privada. Chiang  intenta realizar unas analogías entre la matemática teórica y ciertos aspectos  de la vida cotidiana de la protagonista, pero no acaba de encontrar la manera.  Quizás el cuento más denso y con resultados más desiguales. 
          Y llegamos a una de las mejor historias  de la antología: La Historia de tu vida,  que da título a la obra. Un relato que especula sobre lenguajes alienígenas y teorías sobre el tiempo de forma sensible y  chocante. Cuando unos extraterrestres llegan a la Tierra los gobiernos  mundiales intentan comunicarse con ellos pero sólo una lingüista llegará a  alcanzar la comprensión necesaria del nuevo lenguaje extraterrestre, una  comprensión que la llevará a saber mucho más de lo que querría y conocer parte  de su futuro. Sencillamente una pequeña obra maestra llena de sensibilidad que  evidencia las dos vertientes del estilo de Chiang:  su capacidad para interesarnos por la ciencia y  para emocionarnos con la naturaleza humana por  igual. 
          Una evidencia que a Chiang  le gusta navegar tanto por la fantasía como por la ciencia-ficción es el cuento Setenta y dos letras,  una ucronía fantástica ambientada en una época  victoriana inglesa alternativa donde el  misticismo de la cábala se mezcla con las ansias científicas para curar a la  humanidad de un mal genético. Chiang es capaz de sorprendernos también con el  acercamiento al misterio de la vida combinando golems  y experimentos genéticos dignos de cualquier especulación realizada con la  mentalidad de la época, o sea ofreciéndonos elementos fantásticos y científicos  para crear una historia compleja pero muy reflexiva. Hay que leerla con  atención y cuidado para saborear todas las  propuestas del autor. 
          La evolución de la ciencia humana es  la oveja negra de la recopilación. Un cuento ultracorto que no aporta nada de  nuevo y que Chiang realizó bajo encargo. Como de  costumbre apunta a ideas interesantes pero con tan poco espacio Chiang no es capaz de sintetizarlas.  Creo que se mueve mejor en terrenos más amplios. 
               
            Otra obra maestra: El infierno se la ausencia de Dios. En este cuento, el autor juega con el debate abierto  de sí hace falta ser un seguidor o no de Dios. Digo seguidor porque la palabra  "creyente" carece de significado pues Dios  existe sin lugar a dudas, al igual que los ángeles o el infierno. La cuestión  es si hace falta aceptar su doctrina arbitraria o no pues a través de las  apariciones de los ángeles tanto realiza milagros como causa destrucción sin  motivo. Los protagonistas de esta historia buscarán un advenimiento para buscar  respuestas a sus creencias. Todo, narrado con una maestría formidable y un  estilo impecable. 
          Y también el último cuento es magnífico: ¿Te gusta lo que ves? (Documental).  Aquí Chiang abre las puertas a un debate sobre la  conveniencia o no de activarse o la cali,  una ligera operación en el cerebro que provoca que el sentido de captar la  belleza, tal como lo entendemos hoy en día, reste anulado. De esta manera tanto  la gente guapa como  la menos favorecida tienen las mismas oportunidades ante la vida. El debate es  magnífico. Chiang nos muestra los peros y los contras, las virtudes del tratamiento y  también los desastres que puede causar. Y el medio utilizado es el documental.  Es como si estuviéramos viendo una serie de entrevistas y noticias por  televisión que vierten información sobre la discusión para que el lector tome  nota y decida que querría hacer. Realmente el debate interior puede cambiar en  poco tiempo mientras leemos el cuento gracias a los controvertidos argumentos a  favor y en contra que nos ofrece el autor. Genial. 
          Sólo te sabe mal que algunas de las  historias no sean desarrolladas para convertirse en novelas. En definitiva, una  antología muy recomendable que se me atrevería a decir que es mejor disfrutar  poco a poco, leyendo uno o dos cuentos entre otras lecturas. La satisfacción  quedará recompensada cuando después de bastante tiempo todavía se recuerden las  premisas iniciales de los relatos.  
            
           |