El problema de los tres cuerpos
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EL PROBLEMA DE LOS TRES CUERPOS
三 体
(2006)

Cixin Liu

Editorial:
Ediciones B
(2016)


Colección:
Nova

Núm:
---

Páginas:
408

Traductor:
Javier Altayó

Lecturas relacionadas:
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El fin de la muerte


 
     
El problema de los tres cuerpos

Si una característica comparten novelas tan dispares como La Gracia de los reyes y El problema de los tres cuerpos no es la obvia evidencia de que los dos autores tienen el mismo apellido, no es tampoco que las hayan bautizado pomposamente como el desembarco de la fantasía china en las aguas occidentales; para mí es más bien que ambas novelas han acaparado buena parte del hype del año, o sea que han recogido una buena parte de las más altas expectativas entre los lectores de fantasía y ciencia ficción. Esto se debe a las buenas campañas de promoción de las editoriales pero también, seamos claros, porque dos autores chinos llaman más la atención que dos autores anglosajones.

Este hype, estas expectativas, creo que han provocado que las novelas fueran muy codiciadas antes de ponerse a la venta. Realmente son dos grandes obras pero quizás el exceso de confianza que creíamos que encontraríamos ha hecho que esperáramos aún más. Y eso que lo que ofrecen es muy notable, y en esta novela que comento hoy, El problema de los tres cuerpos, bastante rompedor además.

La temática desarrollada en El problema de los tres cuerpos no es nueva, no es especialmente original; pero sí que la estructura que ha diseñado Cixin Liu es muy interesante y especialmente su resolución resulta demoledora. Vayamos por partes: La historia desarrollada en la novela está separada en tres grandes partes. En la primera, llamada Primavera silenciosa, ambientada en plena Revolución Cultural china, nos presenta las bases de porqué una de las protagonistas, Ye Wenjie, tomará las decisiones futuras que alterarán el curso de la historia de la humanidad. Liu nos narra de forma cuidadosa y amena los problemas para gestionar una Revolución Cultural en un país inmerso en el caos donde diferentes facciones de izquierdas luchan por consolidar el poder. Una joven Ye Wenjie contempla como asesinan a su padre sólo por ser un intelectual y ello marcará su talante futuro.

La segunda parte de la novela se titula Tres Cuerpos y es el grueso de nuestra historia. Esta vez estamos en el presente, en la China actual, donde un científico del campo de la nanotecnología se verá inmerso en una espiral sin sentido cuando se le plantea la nula certeza de que existan las leyes de la física. Un afirmación que hace replantear todo lo que sabemos hoy en día de este campo y de rebote que decenas de científicos de todo el mundo se suiciden. El protagonismo de esta segunda parte será Wang Miao que irá descubriendo por un lado de forma brusca y sin esperarlo que medio mundo está en pie de guerra... aunque no podemos ver ningún enemigo, pero también resolverá de forma gradual el misterio que rodea a un videojuego en realidad virtual llamado Tres Cuerpos y que esconde mucho más de lo que muestra. Wang Miao irá encajando piezas hasta llegar a conclusiones muy reveladoras.

Y finalmente tenemos una última parte titulada El ocaso de la humanidad o lo que es lo mismo: Las consecuencias que arrastran los actos y las decisiones tomadas por la científica Ye Wenjie y también las acciones conjuntas de las nuevas ideologías que han emergido a raíz del descubrimiento de un hecho único en la existencia de la especie humana. Aquí los escenarios son cambiantes y el autor enciende la mecha para preparar una traca final donde el sentido de la maravilla estalla de mil maneras, incluso de forma demasiado repentina pues las teorías expuestas (y cómo se ponen en práctica) superan cualquier idea que hubiera imaginado en la ciencia ficción hard.

Porque sí, El problema de los tres cuerpos, a pesar de poseer elementos históricos y flirtear con la sociología, es sobre todo una novela de ciencia ficción hard, una obra que contempla posibilidades más o menos realistas o posibles teóricamente de cómo podemos aplicar la ciencia en un futuro no muy lejano - al menos en una parte de la novela, pues lo que ocurre al final aún queda lejos de nuestras posibilidades como especie-.

Y todos estos conceptos y especulaciones no siempre son fáciles de plasmar en el papel. Si bien es muy cierto que Cixin Liu escribe de forma muy amena y la novela se lee sola - la traducción directa del chino de Javier Altayó presumo que ha sido excelente- la trama argumental a veces queda un poco descompensada. Por ejemplo la longitud de los capítulos dedicados al juego Tres Cuerpos me ha parecido un poco excesiva y a veces las metáforas empleadas en el juego para divulgar tanto nuestra historia como la ciencia, me han ralentizado la intensidad. Por otro lado la mayor parte de El ocaso de la humanidad te destroza los sentidos con teorías fabulosas que cuestan de encajar por muy bien argumentadas que estén. Toda esta energía final no ha sido desplegada durante el libro de forma uniforme y queda muy concentrada y en ocasiones resulta casi fantasiosa - probablemente mis carencias científicas influyan en este sentido- y por tanto impactan directamente con el sentido de la credibilidad. La asimilación de las propuestas Cixin Liu en este último tramo es un handicap a superar.

Sea como sea, lo que está claro es que varios elementos de la trama genérica de la novela son muy impactantes y originales, aunque la premisa de base inviten a pensar lo contrario. Hasta el punto de que estos elementos son la fuerza que nos empuja a seguir leyendo sin parar... y esperar con ansia la segunda y tercera parte que serán publicadas en castellano el próximo año.

El problema de los tres cuerpos es en definitiva una muy buena idea, expresada mediante la mezcla de teorías científicas más de línea dura con el tratamiento de los rasgos sociológicos derivados de la reciente historia política del gigante chino. La puesta en práctica, pues, en un entorno diferente al habitual, bajo un punto de vista oriental, contrasta con más fuerza contra lo que podríamos esperar en un entorno más anglosajón. No es casualidad. El comunismo chino tiene mucho que ver con esta historia, tanto en su desarrollo inicial como en las consecuencias actuales. Cixin Liu ha escrito una obra eminentemente inteligente que parece depararnos muchas sorpresas en el futuro.

Eloi Puig, 26/10/16

 

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