La primera oleada
CF JUVENIL/ POST APOCALÍPTICA
 
     
 
 
 
 

LA PRIMERA
OLEADA

(2018)

Mariló Àlvarez
Sanchis

Editorial:
Algar
(2021)


Colección:
En órbita

Núm:
06

Páginas:
192

Otras ediciones:

CATALÁN
2018 Bromera

 
     
La primera oleada

No he cultivado mucho la lectura de la novela post apocalíptica juvenil. Y menos, de autores nuestros como Mariló Álvarez; de manera que cuando empecé esta novela básicamente tenía las referencias de mi hijo pequeño, de once años, que se había quedado atrapado en la historia. Y eso me hizo un clic en la cabeza porque en definitiva esta es una novela dedicada a los más jóvenes sin lugar a dudas y si éstos, que ya la han leído, la encuentran tan estimulante... por algo será.

Así que ni tan solo esperé a que mi hijo terminara la novela que también la empecé yo (por aquello de ir comentando la trama y ver cómo le gustaba contarla a la familia mientras me ordenaba que me tapara los oídos para evitar los spoliers). Una novela ligera y sin demasiadas complicaciones que entiendo perfectamente porqué ha cautivado a la juventud —especialmente en el segundo tramo de la historia—.

La Tierra está devastada tras una Gran Guerra que ha destrozado el planeta. Los habitantes que han sobrevivido malviven en ciudades donde el Gobierno indica incluso de qué tonalidad debes vestir tu ropa. El control es un hecho indiscutible. Existen barrios centrales donde las clases altas viven mejor, pero en la periferia, gente como Alice no tienen futuro.

Quizá por eso, existe el proyecto Éxodo, donde un número indeterminado de jóvenes de poco más de 18 años son enviados a la Luna, en una primera ola de habitantes que deben preparar y consolidar una colonia en nuestro satélite. Alice Dixie es una de las elegidas para integrar esta expedición. En un muy buen primer capítulo, la autora nos deja muy claro cuál es la situación en la Tierra y cómo los jóvenes enviados a la luna son la esperanza para empezar un mundo mejor.

Alice conocerá y se hará amiga de otros jóvenes y comprobará como las diferentes pruebas de aptitud que se realizan en la colonia lunar los separará conforme a los resultados físicos y psicológicos de los tests que deben completar. Descubrirá —un tanto resignadamente— que también en la Colonia existen diferencias en función de tu personalidad, virtudes y defectos y que también allí los obligan a vestir de un color determinado ligado a la tarea que realizarán.

Esta es una novela de lectura apacible, en una ambientación de ciencia ficción pero que no deja de exaltar el valor de la amistad y superación entre los diferentes amigos que componen nuestro grupo de protagonistas sin olvidar de denunciar de reojo las diferencias sociales, pero también enfoca la atención en aplicar una moralidad de lo que está bien hecho y lo que no; de lo que nos hace íntegros a los humanos y sobre lo que nos ha llevado a la destrucción.

El caso que es que Álvarez consigue mantener la atención del lector durante toda la novela, aunque algunos aspectos los veo más precipitados. Por ejemplo, el ritmo de la historia es un tanto desigual: Dejando de lado —repito— un buen primer capítulo introductorio, la historia cuesta de arrancar. La autora se lo toma con calma para presentarnos cómo funciona la colonia lunar y como Alice va conociendo a sus amigos. Pero llega un momento, cuando todo está establecido, que la acción se vuelve trepidante, sin dejarnos respirar. Estamos en la segunda mitad de la historia y de golpe parece que todo se precipite, quizá de forma demasiado rápida.

El día a día de la Colonia presenta —según mi modesto punto de vista— algunos puntos demasiado parecidos a cómo sería un internado en el espacio. Esta asociación que bien puede ser casual —y que quizá sólo veo yo— puede llevar a llevarnos a romper el sentido de la credibilidad. No olvidemos que tenemos a una multitud de jóvenes solos dirigidos por un puñado de profesores que están viviendo una aventura en la Luna pero que se supone están abriendo paso a que próximas generaciones de terrestres pueda establecerse dado que la Tierra ya no da por más. Así pues, ciertas actitudes —como los castigos, o las prohibiciones— nos llevan a pensar más en un internado de Inglaterra que en una estación científica. Sin embargo, repito, es una novela dirigida a los más jóvenes y por lo tanto entiendo que se sientan más atraídos en este aspecto.

Hay que decir que encuentro acertado que la protagonista, Alice, exprese sus pensamientos en primera persona, lo que nos la acerca más aún. Su sentido del deber, pero también el carácter rompedor y rebelde son partes íntegras de esta adolescencia donde también hay momentos para el amor, pero también por la violencia.

Sin embargo, he tenido una sensación de que todo ocurre muy rápido: Los jóvenes se hacen amigos enseguida, y en dos días parecen que se conozcan de toda la vida o cuando se detectan una serie de acciones poco éticas en la colonia, en un momento se monta una respuesta eficaz y adecuada para tratar de arreglarlo. Esto tal vez tensa aquel sentido de la credibilidad que mencionaba antes, pero a la vez potencia la diversión, la tensión y el entretenimiento que son las bases para que los lectores se queden pegados a una lectura como esta. Un hito que Mariló Álvarez logra con creces, no hace falta decirlo.

Mi hijo me dijo que si pudiera le pondría seis estrellas. Yo quizá no soy tan generoso como él, pero hay que tener en cuenta que tampoco son el público para quien está dirigida. Así que recomiendo su lectura, muy especialmente para todos los jóvenes entre los 10 y 15 años pero también para los adultos que quieran pasar un buen rato entretenido con una lectura amena y bien llevada.

La primera oleada fue publicada originariamente en catalán —en la variante valenciana— hace tres años por la editorial Bromera, y este año ya ha sido traducida al castellano por la misma autora en la editorial Algar.

Eloi Puig
14/08/2021

 

 

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