Media Guerra
FANTASIA JUVENIL
 
     
 
 
 
 

MEDIA GUERRA
Half a war
(2015)

Joe Abercrombie

Editorial:
Penguin Random
House
(2016)


Colección:
Fantascy

Núm:
---

Páginas:
445

Serie:
El mar quebrado/ 3

Obras relacionadas:
Medio rey
Medio Mundo


Otras ediciones:
2015 Rosa dels vents (Català)



 
     
Media Guerra

¡Sí señor! Hay que proclamarlo con rotundidad absoluta: La tercera parte de la trilogía de El mar quebrado, Media Guerra, es un término redondo para esta historia de influencias vikingas pretendidamente juvenil que nos ha presentado Joe Abercombie.

Digo pretendida porque si bien buena parte de los personajes son jóvenes y por tanto se dejan llevar por pasiones más propias de su edad y por lo tanto parecen estar diseñados para agradar a un público más adolescente, al menos en contrapartida de aquella mezcla de veteranía y nostalgia que encontramos en otras novelas de Abercrombie donde los personajes eran mucho más adultos, las situaciones que nos ha preparado el autor han pasado del viaje iniciático a la política, la guerra y la reflexión ... y no son tan alejadas de otras narraciones consideradas más adultas.

Media Guerra es un gran colofón, como decía, a la historia de trasfondo que poco a poco ha ido trenzando Joe Abercombie: la lucha por el poder en el Mar Quebrado. Las relaciones entre los actuales reinos y su pasado oscuro y misterioso. El gran acierto - que ya alabé en el anterior volumen- es que ha presentado personajes nuevos en cada libro obligándonos a desentendernos un poco de los protagonistas que ya conocíamos. Lo mejor de esta jugada, pero, ha sido que la habilidad de Abercrombie para crear y sobre todo modelar personajes no ha disminuido a medida que leíamos los libros, sino al contrario: en cada volumen hemos encontrado personajes más interesantes y entusiastas. Como por ejemplo Raith, el portaespadas de Grom-Gil-Gorm, el rey de Vansterlandia. Un enemigo, un malnacido, un asesino, joven, indisciplinado y cegado por la figura de su rey. En definitiva un pobre desgraciado que recibe el detestable encargo de proteger la joven reina Skara, de Trovenlandia. Este personaje será el que Abercombie destripará, reformará y cambiará a su gusto demostrando una vez más que los personajes odiosos pueden resultar ser los más creíbles una vez penetras en su mente.

También encontraremos, como comentaba, la reina Skara, una joven promesa de que el autor hace seguir por los caminos de la astucia y que se convierte en crucial para compensar las constantes trifulcas entre los ejércitos aliados de Gettlandia y Vansterlandia que Actualmente esperan la enfrentamiento final contra el Alto Rey. También encontraremos a Koll, que en Medio Mundo pasó como un personaje secundario y aquí adquiere mucho más protagonismo convertido en la mano derecha del Padre Yarvi. Y claro, este último será omnipresente, aunque sea entre las sombras de todo lo que pasa en el Mar Quebrado, obsesionado en cumplir el juramento-sol y el juramento-luna que realizó en el primer volumen, Medio rey.

Fijaros que estoy hablando mucho de los personajes y poco de la trama argumental. Y es que ésta, sin desmerecerla en ningún momento, no deja de ser un reflejo de la lucha por el poder y de la búsqueda del equilibrio que tantas veces hemos visto en la fantasía épica. Pero son las personas que nos presenta el autor, el padre Yarvi, Espina, Raith, Skara, incluso Grom-Gil-Gorm, los que realmente valen la pena en esta historia, los que llevan sobre sí la difícil misión de crear el empatía con el lector. Son personajes que evolucionan constantemente, y no siempre hacia la luz, sino que también caen dentro de las previsibles carencias humanas.

Pero también he afirmado que Media Guerra es un gran final para la trilogía. Y así es por varias razones: En primer lugar porque poco o mucho une en un escenario común a los diferentes personajes que han ido apareciendo durante los libros anteriores. En segundo lugar porque no deja prácticamente ningún punto para cerrar y consigue un final más que redondo; y en tercer lugar porque combina muy bien la reflexión con la acción, las palabras con la lucha: "Sólo media guerra se gana con espadas. La otra media se gana con las palabras" afirma un dicho de los clérigos del Mar Quebrado. Y así es. Abercrombie nos demuestra una vez más que la fuerza no lo es todo y que hay también la diplomacia, las buenas palabras pero especialmente las palabras adecuadas para instigar una revuelta o para detener una rebelión.

Como único punto a mejorar estaría esa sensación de deux ex Machina que aparece en momentos cruciales como cuando para intentar vencer a un ejército muy superior, hay a disposición de los protagonistas una serie de armas a punto, como esperando la ocasión a ser utilizadas. Aquí entra fuertemente la trama de las ruinas "élficas" - que habían sido mencionadas en los otros volúmenes- y que ahora intuimos realmente lo que son en realidad. Me hubiera gustado más explicaciones al respecto pero no se puede tener todo.

La trilogía pues, empieza bien pero finaliza mejor, va de menos a más - un hecho curioso al menos- pues partimos de un simple viaje iniciático con una trama que bebe de varios estereotipos de la épica y con pasajes un tanto acelerados y poco definidos, a una historia más compleja con personajes que llevan la gloria por su afinidad y empatía, como fue el caso de Medio mundo, y para terminar con una conclusión más que digna, casi grandiosa, con duelos mortales, palabras que apuñalan los corazones débiles, amores imposibles, traiciones increíbles donde la épica da lugar a la aventura, a la confrontación y a la reflexión en un ciclo interminable que parece condenar a la humanidad hasta el fin de los tiempos.

Eloi Puig 24/02/16

 

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