¡Guardias! ¡Guardias!
FANTASÍA- HUMOR
 
     
 
 
 
 

GUÀRDIES!
GUÀRDIES!

Guards! Guards!
(1989)

Terry Pratchett

Editorial:
Mai Més LLibres
(2020)


Colección:
Refugi A'tuin

Serie:
La Guàrdia
Nocturna/ 1

Núm:
---

Páginas:
382

Traductor:
Ernest Riera

Lectura del 2000:





Editorial:
Plaza Janés
(1999)


Colección:
Jet

Núm:
342/6

Páginas:
396


Serie:
La Guardia
nocturna/ 1


Traductora:
Cristina Macía

 
     
¡Guardias! ¡Guardias!

Hace cinco años, poco después de la muerte de sir Terry Pratchett, 2015, escribí un artículo Para el ya desaparecido blog Fantàstik donde, aparte de alabar la figura del escritor, me desesperaba por no entender porque nunca había sido traducido al catalán. Era un grito más de frustración que de esperanza pues no veía posibilidades a corto plazo que ninguna editorial se enzarzara en una tarea tan importante.

Naturalmente, me equivoqué. Y como se ha comprobado, el noviembre de 2020 pasará a la historia porque finalmente una editorial, Mai Més Llibres (con la exquisita colaboración de Ernest Riera en la traducción y Marina Vidal en la ilustración), ha iniciado la ambiciosa tarea de traducir los libros del Mundodisco para el público de habla catalana. Y esto es serio señores, porque aquí es donde empezamos a atisbar que quizá algún día el género fantástico pueda llegar a una cierta normalidad en catalán. Terry Pratchett puede ser un punto de inflexión para estimular a otras editoriales y para ganar lectores. Una asignatura pendiente en nuestra lengua que ya sido superada y que me insufla ánimos a pensar que poco a poco se publicarán estas carencias flagrantes que tenemos en catalán.

Empecé a leer las novelas del Mundodisco en 1992 con la primera que iniciaba la Serie: El color de la magia. Aquello fue un puñetazo a mi realidad. Nunca antes había leído algo parecido: Y es que Terry Pratchett consiguió algo inaudito: ¡Que los frikis nos sintiéramos aún más frikis! Quizás a nivel más local, teníamos a Cels Piñol para recordarnos con propuestas como Fanhunter que aún se podía ir más allá en la parodia de la fantasía y la ciencia-ficción. pero a nivel mundial Terry Pratchett comenzó ser un referente ineludible. Y descubrimos unas novelas extrañas, adictivas, sin capítulos, con multitud de alocados pies de página; unas historias con las que nos partíamos de risa y con las que aprendíamos a reflexionar sobre nuestra propia vida mundana. ¿Y por qué no? Que nos hacían sentir especiales porque sólo nosotros, los raritos que jugábamos a rol, leíamos cómics y soñábamos con las novelas de ciencia ficción y fantasía, las leíamos y comentábamos, riendo, disfrutando como si fuéramos un club secreto. Ahora, volver a leer aquellas novelas me crea la duda de si la falta de sorpresa influirá o no en mi percepción, pero aquí también hay que añadir el puntito nostálgico por lo que creo que quedará todo compensado.

¡Guardias! ¡Guardias! es la octava novela del Mundodisco y la primera dedicada a La Guardia nocturna (Recordad que las novelas del Mundodisco se separan en diferentes sagas aunque prácticamente todas ellas son autoconclusivas). La decisión de Mai Més Llibres de empezar a publicar las novelas por las sagas de La Guardia Nocturna y de Las Brujas (próximamente hablaremos de Ritos Iguales) es perfectamente lógica porque posiblemente sean las que tienen mejor acogida entre el público y las que sin duda son más regulares en cuanto a calidad. Yo mismo considero ¡Guardias! ¡Guardias! Una de las tres mejores novelas del Mundodisco que he leído (junto con Dioses menores y Tiempos interesantes, pero seguido muy de cerca de otras maravillas como Brujerías, Mort o Hombres de armas, precisamente la continuación directa de la presente novela.)

Pero vamos a lo que interesa: ¿Por qué ¡Guardias! ¡Guardias! es una novela tan buena para iniciarse en el Mundodisco? La respuesta es sencilla: Porque posee todo aquello que tan bien define esta serie de libros, y además, de manera concentrada: Personajes memorables, aventura, diversión alocada, sarcasmo, pero también reflexión y crítica, por muy enmascarada que esté detrás de la particular ironía de Pratchett.

La guardia nocturna de la malsana ciudad de Ankh-Morpock está en horas bajas: El capitán Sam Vimes, el sargento Colon y el impresentable e indefinido cabo Nobby son los componentes de un cuerpo que no sirve prácticamente para nada. La ciudad, gobernada por la mano estricta (pero no dictatorial) del patricio tiene sus gremios de ladrones, asesinos, comerciantes etc que han encontrado un equilibrio pasable para trabajar honradamente (robando, asesinato y vendiendo, respectivamente) pero que de rebote a arrinconado los deberes de la Guardia. Pero no todo el mundo está contento. Una maligna (y divertida) secta ha descubierto un arma para cambiar el status quo en la ciudad, un arma mágica. Una vez se desate las cosas no volverán a ser iguales y el poder real de la ciudad cambiará de manos ... presumiblemente.

¡Guardias! ¡Guardias! nos presenta a personajes, como decía antes, memorables: El mismo Capitán Vimes, hombre atormentado por la ineficacia de su trabajo; sus ayudantes, perezosos y rateros y un poco alcoholizados, pero buena gente; y especialmente el nuevo recluta, Zanahoria, un chico corpulento de dos metros que acaba de descubrir que sus progenitores enanos no son sus padres biológicos (¿Quien lo iba a decir verdad?) y que llega a la ciudad para hacerse un hombre (Bueno, o un enano muy alto en cualquier caso). Recuerdad bien estos nombres porque veréis que muchos de estos personajes van evolucionando a medida que avanzamos con las novelas, guardando siempre parte de su increíble personalidad. Pero no olvidemos también los secundarios como Lord Vetinari, el patricio, aquel dictador (perdón, implacable y justo gobernador) que posee nervios de acero y una calma que provoca escalofríos; también a Lady Ramkin, una especie de vikinga amante de los dragones de pantano de pantano (como el entrañable Errol) o la aparición de personajes recurrentes en muchas novelas del Mundodisco como el peculiar y simiesco bibliotecario de la Universidad Invisible o el vendedor insaciable Y-Voy-A-La-Ruina Escurridizo.

La novela — según las propias palabras del autor— es una homenaje a todos los guardias y soldados que simplemente hacen su trabajo y que terminan normalmente muertos por un héroe u otro —a veces simplemente porque lo requiere el guion, pobrecillos—

(...) Vimes apenas conseguía mantenerse al frente, en su mente no había nada más que la necesidad de correr y correr.
Bueno, casi nada más. Pero la cabeza le zumbaba con ecos enloquecidos, los mismos que ha oído todos los guardias del mundo, todos los pies planos del multiverso que en una u otra ocasión, han intentado hacer lo Correcto. (…)

En esta historia encontraréis decenas de guiños a los estereotipos fantásticos en forma de parodia: la princesa y el dragón, las tabernas de enanos borrachos, la búsqueda del héroe espada en mano que debe salvar el reino e incluso un momento delicioso con los dioses jugando —literalmente— con el destinos de los mortales... todo ello con las sentencias lapidarias de un Pratchett en plena forma. Naturalmente, los más espabilados también descubrirán referencias a obras capitales como El Hobbit o incluso a personajes cinematográficos como Harry El sucio. Pero también encontraremos reflexiones en torno a la monarquía (me apasionan los sentimientos antimonárquicos del capitán Vimes), la lucha de clases, el sentido del deber y especialmente el pragmatismo sobre cómo dirigir una ciudad ingobernable. Las novelas del Mundodisco tienen esta particularidad: Utilizan el humor y la fantasía para representar problemas existenciales que han acompañado desde hace siglos a la humanidad por multitud de senderos tortuosos. Cuestiones para tomarse también con un poco de humor y saber extraer conclusiones.

Esta es, pues, una novela coral que trata temas universales, pero bajo un escenario fantástico que, recordemos, se encuentra ubicado en un mundo aún más inverosímil (y que es el sueño húmedo de los terraplanistas): El Mundodisco, un extenso territorio plano y sostenido por cuatro enormes elefantes que viajan encima de Gran A'tuin, la tortuga estelar.

No os perdáis a una de las novelas con un humor inglés más bien definido que os dará la bienvenida a la serie de libros más divertidos de todos los tiempos. Vaciad la mente, aparcad perjuicios, deleitaros con la prosa de Terry Pratchett. Os aseguro que os alegrará el día.

Eloi Puig
23/11/2020

 

Premios:

1994 Gigamesh

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