Emily eterna
CF- INTELIGENCIA ARTIFICIAL/
GENÉTICA
 
     
 
 
 
 

EMILY ETERNA
Emily Etenal
(2019)

M. G. Wheaton

Editorial:
Alianza Editorial
(2020)


Colección:
Runas

Núm:
---

Páginas:
308

Traductor:
Raúl García Campos


 
     
Emily eterna

El mundo se acaba. No es ningún eufemismo: Las emanaciones solares desestabilizarán todo el sistema en pocos meses, las previsiones son catastróficas y la humanidad sucumbirá ante la muerte de nuestra estrella. Nada podrá sobrevivir sobre la Tierra. La sociedad asume, poco a poco lo inevitable aunque algunos no lo quieren acabar de creer y emigran a áreas templadas y fértiles para tratar de subsistir en un futuro incierto bajo una nueva sociedad dependiente de la agricultura.

Para Emily el cataclismo es, sobre todo, frustrante. Porque Emily no es humana, es una conciencia artificial —que no debe confundirse con un robot o inteligencia artificial—. Es un programa informático especialmente diseñado para ayudar a personas con problemas psicológicos; unos millones de líneas de código que le permiten adentrarse en la mente humana a través de chips, de interfases que la conectan con la persona que necesita ayuda. Emily tiene un carácter propio, una personalidad que la hace muy humana. De hecho, nos describe esta historia en primera persona y utiliza a menudo la ironía o el sarcasmo hasta el punto de que muy a menudo parece más humana que nosotros mismos. Emily intenta seguir unos hábitos virtuales para parecerse más a las personas, aunque no le hagan falta, obviamente. Pero su programación está pensada para que pueda comprender los tiempos y las rutinas a que se dedican los humanos en el día a día. Pero el fin del mundo lo cambia todo. Y aunque no puede hacer nada, Emily desea continuar aprendiendo intentando acercarse al hecho de ser humano.

(...) ahora entiendo mejor las leyendas de la mitología griega. ¿No estaban los dioses haciéndose pasar por humanos todo el tiempo para experimentar la vida igual que lo hacían sus creaciones, como si fuesen una más de ellas, de un modo en que nunca podrían haberlo hecho en el monte Olimpo? (...)

El gobierno de los EEUU y las mejores universidades del país, sin embargo, trabajan a contracorriente para intentar salvar el máximo posible de una humanidad condenada. Y parece que Emily tendrá un papel importante. De hecho, Ella (sí, más imposible pensar en otro género, especialmente después de ver la excelente portada de Octavi Segarra) será la clave para buscar una nueva dirección por donde intentar salvar a la humanidad a través de sus habilidades y de tecnología punta.

M. G. Wheton ha escrito una novela impresionante que nos depara muchas sorpresas en una trama bastante equilibrada que mantiene el interés en todo momento y que tiene la capacidad de cambiar cuando menos lo esperas. Una historia ambientada en un escenario catastrofista pero que principalmente ataca dos vectores concretos: El de las inteligencias artificiales y su relación dependiente de la humanidad y también la genética como un sustrato desde donde establecer una especulación fascinante sobre el futuro de esta humanidad.

En Emiliy eterna observaremos como la conciencia de Emily es un personaje encantador que nos hace sentir muy cómodos en todo momento y que establece una conducción plácida para toda una serie de teorías que parecen disparatadas pero que nos hacen abrir los ojos ante tanto sentido de la maravilla. Además, atisbamos como Emily sufre el complejo de Frankenstein o como el poder de decidir por sobre toda una raza puede desestabilizar y hacer dudar incluso a un programa informático.

La trama desarrollada en torno a la conciencia artificial de Emily sirve, pues, como base para especular sobre la evolución genética. No sabemos muy bien si el autor ha querido incidir más en este aspecto o en el de la propia condición de Emily pues ella sufre para equipararse a la condición humana y realizar su tarea lo mejor posible.

(...) se me hace muy extraño porque estoy acostumbrada a que mi humanidad sea considerada solo desde los extremos: o bien soy un programa informático que nunca podría ser humano; o bien mi humanidad es algo superior, algo que se ha de elogiar, mi excepcionalidad merecedora de aplauso.
Nunca soy sencillamente igual.” (...)

Quizás si hay que señalar algún problema en la trama este sería que la estructura de thriller impide que las ideas y especulaciones se desarrollen a una velocidad más lógica o coherente. Quizá perdamos un poco el sentido de la credibilidad por la manera tan repentina e increíblemente rápida a que se suceden ciertos cambios. Pero eso no quita que el argumento me haya apasionado y que me haya enamorado mucho del personaje principal. Wheaton calibra perfectamente hasta donde puede o no llegar esta conciencia creada por los humanos con fines terapéuticos pero que de rebote tiene la capacidad de almacenar la esencia del temperamento y ambición humanas.

Mezclad un poco de filosofía sobre la creación de nuevas conciencias y sobre el papel paternal a que pueden estar expuestas con grandes dosis de acción y conspiraciones gubernamentales. Lo agitáis añadiendo la exploración de sentimientos y sensaciones por parte de un programa informático con un carisma enorme y lo aliñáis con la más pura reflexión de unas ideas tan extravagantes como fascinantes y encontraréis una novela fantástica como es Emily Eterna, traducida impecablemente por Raúl García Campos y que gracias a Alianza Editorial descubrimos la que es la primera novela de M.G. Wheaton.

Una de las propuestas más originales que me he encontrado últimamente en este gran abanico que es la ciencia ficción. No os la perdáis.

Eloi Puig
11/02/2021

 

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