| Dos novelas cortas de Allen Steele son  las que integran este volumen que nos presenta Grupo AJEC. Y no dos historias  cualquiera: Ambas ganadoras de los Premios Hugo de los años 1995 y 1997. Ambas  novelas, inéditas hasta ahora en castellano. Antes de nada pues, hay que  agradecer que una editorial pequeña como Grupo AJEC continúe ofreciéndonos  pequeñas sorpresas como ésta.
 Hildenburg.  Éste es el nombre que me llamó la atención al leer la contraportada del libro.  El magnífico dirigible alemán que habiendo sobrevolado más de 17 veces el  atlántico transportando pasajeros de un continente en el otro estalló en  llamas sobre New Jersey,  en 1937. Es una historia que siempre me ha fascinado. Si no hubiera pasado  aquel desastre (murieron 35 personas) quizás hoy día tendríamos una flota de  dirigibles, de zeppelins, para realizar ciertos  trayectos... y quizás veríamos el cielo bajo una perspectiva parecido a la de  algunas novelas steam-punk.
 Este punto de  inflexión en la historia de la aeronáutica es la que trabaja Steel en una novela  sobre viajes en el tiempo (Donde los ágeles no se atreven) donde  dos crononautas  evitan involuntariamente este suceso y quedan atrapados en un universo paralelo  al nuestro. Ésta es la premisa, nada original pero bien tratada por el autor  para narrarnos una novela bien planteada, tensa, y con un final que no podía  ser ningún otro. Repito que utiliza una trama poco innovadora pero eso no  significa que no disfrutemos de una buena novela de viajes en el tiempo. La  trama está expresada a través de dos líneas de acción que acaban confluyendo  para ofrecernos un final abierto. Por desgracia, las  especulaciones sobre este mundo alternativo no quedan demasiado resaltadas. No  se profundiza en la nueva sociedad creada a raíz del no accidente y el autor se  dedica más a seguir a los personajes principales (tanto los viajeros como un  científico de esta realidad paralela) en sus intentos de entender qué ha  pasado, cada uno buscando respuestas diferentes. La segunda novela es  muy diferente: La muerte  del capitán futuro es un homenaje explícito a las aventuras pulp de un héroe espacial, Captain  Future, descritas por Edmond Hamilton en los años 40. Es una historia mejor  planteada, con toques de humor pero con una ambientación esmerada sobre los  viajes por el sistema solar y los diferentes tipos de personas que lo pueblan.  Tiene una estructura lineal,  con momentos tensos y también morbosos. En este caso, el protagonista se tendrá  que embarcar en una nave de carga comandada por el único capitán que tiene el  calificativo unánime de indeseable de toda la flota: El capitán futuro, un  personaje que siente  una admiración tremenda por  las aventuras ficticias de su homónimo y en general por todo el romanticismo que comporta  salvar chicas guapas  y con poca ropa de robots o alienígenas monstruosos. Dos novelas que se  leen muy bien y que nos dejan un muy buen sabor de boca. A veces pienso que  buena parte de las historias de CF  que leo tendrían que ser como éstas: Cortas, concisas, con una especulación o  aventura bien planteada... y sobre todo sin páginas extras con afán recaptatorio.
 Muy recomendables.
 Eloi Puig, 15/08/09    |  |