dos daus de vint (2022)

Josep Masanas

Editorial:
Scito edicions
(2022)

Colección:
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Núm: ---

Páginas: 318



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Si algo hay que reconocerle a Josep Masanas es que sabe cómo crear expectativas y enganchar al lector. Con un título tan simple (pero tan bien hallado) como Dos daus de vint de ya abre las puertas a que cualquier aficionado a los juegos de rol se mire, anhelante, el libro, al acecho de lo que pueda ofrecer. Y también sus páginas, una vez te adentras en esta ambiciosa novela, te proporcionan lo que deseas y más, aunque de forma un tanto desequilibrada.

El hecho, es que, Dos daus de vint es la primera novela de Masanas y nos acerca temas tan jugosos como la criptografía, la ciberseguridad, la física cuántica, el destino, las partidas de rol... y sinceramente lo plantea de forma muy estimulante pero como veremos más adelante, quizá le falta concreción y una dirección más definida.

Con un lenguaje ágil, Masanas nos presenta a Valeri, un chico aficionado al rol que juega con los amigos del pueblo los fines de semana. Sus aventuras son épicas, de fantasía medieval, y Masanas nos las traslada en algunos capítulos intercalados en los que vemos cómo su prosa fluye como nunca recreándonos las vivencias de los jugadores. El abuelo de Valeri es Marcel, acaba de perder el trabajo y decide hacer un cursillo de informática que llama la atención de Valeri. Juntos se introducen en muchos campos de la programación y Marcel también acaba sintiéndose atraído por las partidas de Dungeons & Dragons, la probabilista y los dados de veinte caras, como su nieto.

Masanas, poco a poco, va introduciendo cada vez más premisas, más cuñas argumentales, teorías conspiranoicas, enigmas y misterios, en medio de una trama de aires caseros y de los asuntos propios de la adolescencia, sin renunciar a ese punto de nostalgia reencontrada. Además, el autor configura el argumento con saltos temporales de varios años adelante y atrás, un desorden voluntario de los capítulos que a veces cuesta asimilar pero también es un pequeño reto para ir encajando el puzle de una historia compleja. Y, claro, el cóctel se va haciendo cada vez mayor y parece que no lleve a ninguna parte... pero te sigue atrapando y no puedes detener las revoluciones con que avanza la novela.

El estilo llano de Masanas, a menudo casi divulgativo, combina las acciones de Marcel o Valeri con las aventuras fantásticas de sus personajes. Sí, Marcel también tiene un Pnj (personaje no jugador que es llevado por los demás jugadores), al igual que Raquel, el amor platónico de los chicos que también participa como Pnj en el juego y que tendrá bastante importancia años después en esta ambiciosa trama.

Los personajes reales se van combinando de forma desigual pero hay uno que destaca por encima de todos: el abuelo Marcel, que pasa de ser un parado amodorrado a una persona dinámica que se asoma a decisiones, aparentemente azarosas, siguiendo los resultados de las tiradas de dados, que renuncia a todo por vivir una vida diferente y que honra a su nieto y a sus amigos de formas un tanto peculiares. El otro buen personaje que me viene a la memoria es Raquel, la eterna chica guapa de la cual todos nos hemos enamorado alguna vez. Aquella persona normi, que no sabe nada de fantasía, o ciencia ficción, ni mucho menos del rol. Nuestra particular Jennifer de Castefa pero por la que renunciaríamos a lo que más nos gusta si conviniera. Raquel tiene un papel menor y entra en juego ya avanzada la novela pero es un buen personaje, muy bien caracterizado por Masanas y los mejores diálogos y conversaciones son las que realizan ella y el abuelo Marcel. Desgraciadamente los demás personajes quizás les falta algo más de profundidad empezando por el propio Valeri que tiene un papel clave en la historia pero con el que cuesta más empatizar.

Sin embargo, hay un cierto desorden (no me refiero a la cronología) sino en la forma de contar la historia. Personajes que cambian de talante de sopetón, capítulos divulgativos en exceso y otros a cambio de muy emotivos pero que me ha parecido que en su conjunto no están equilibrados. A medida que avanza la novela los elementos tan dispares que la integran van convergiendo hasta un explosivo final que te abre los ojos pero te hace provoca algo de dolor de cabeza. Y que resulta poco emotivo, algo frío. Y quizá demasiado complejo.

Un libro difícil de valorar. Muy ambicioso y dónde podemos detectar fácilmente algunas grandes pasiones del autor. Pero quizás hay demasiados elementos no debidamente bien encajados y la trama se resiente, especialmente hacia el final. Quizás si el autor se hubiera centrado en ofrecer menos inputs habría podido explotar más una prosa ya de por sí muy atractiva. Y es que los capítulos del rol y los que dedica a sus personajes son muy recomendables y mejores que los que nos exponen datos sin freno de carácter científico o histórico.

Dos daus de vint  merece una segunda lectura, al menos para intentar encajar bien las subtramas que nos propone Masanas. Sin embargo, sigue siendo una lectura adictiva que mezcla muchos ingredientes que harán brillar los ojos a muchos lectores. Un tanto desequilibrada pero perfectamente recomendable para introducirse en el mundo del rol y en algunas de las mayores especulaciones de la ciencia ficción de todos los tiempos como es el de las realidades paralelas. Probadlo. Tomad un dado de veinte caras y lanzadlo... y seguid el resultado.

Eloi Puig
03/02/2024