LA DANZA
DEL GOHUT
(2018)

Ferran Varela

Editorial:
El transbordador
(2018)

Colección:
---

Núm: ---

Páginas: 116

Ilustrador:
Manuel Gutiérrez

El nombre de Ferran Varela es de esos que cada vez OYES más cuando navegas por el fandom en castellano. Y también te das cuenta de que no has leído prácticamente nada de él y que ya han pasado un montón de años desde que oíste su nombre por primera vez. A raíz de una charla en el Festival 42 de Gèneres Fantàstics de este año donde el autor participó en una mesa redonda, se volvieron a activar mis alarmas mentales y recordé, de repente, que tenía su primera novela pendiente en la pila desde antes de la pandemia.

Así que lo he catapultado hacia arriba y me he puesto a ello, qué caray. Lo primero que me ha venido a la cabeza es que al autor sí lo había leído anteriormente, aunque en formato breve, dentro de la antología Dark Fantasies. Pero ahora tocaba probarlo en su primera novela, aunque también de corto formato: La danza del gohut, que además siempre ha sido bien referenciada por otros colegas prescriptores.

Y lo cierto es que La danza del gohut me ha gustado. Quizás no tanto como me esperaba, pero sí le encuentro un gran equilibrio y una buena historia fantástica que además, no esconde un mensaje —aunque muy tópico— sobre el respeto a otras culturas y razas.

Vamos pues: En un mundo fantástico donde la humanidad gobierna plácidamente todavía hay reductos de otros pueblos y razas que desean vivir en libertad y a su manera. Uno de estos pueblos son los gohut, una especie de seres antropomorfas, similares a los humanos pero más bajos y naturalmente salvajes. Desde Tiuma, la más grande y esplendorosa ciudad humana, donde las grandes casas nobles hacen y deshacen las políticas que afectarán a toda la población de plebeyos, año tras año se organiza una gran cacería para masacrar al máximo número de gohuts y así impedir su sobrepoblación.

Sin embargo, nuestra historia comienza con Leara, una chica ya de por sí peculiar por el hecho de que a pesar de ser plebeya, ha alcanzado un cierto estatus dentro de la academia de Tiuma. Su buena práctica en la enseñanza y sus ideas revolucionarias —lo que ahora llamarían izquierdistas— llaman la atención del plenipotenciario, uno de los máximos dirigentes de Tiama, para que venga a palacio para reeducar a un gohut capturado, un gohut, por otra parte muy especial.

Ésta es la premisa de partida y Ferran Varela la explota muy bien para hacer funcionar una historia, como comentaba antes, equilibrada y atractiva y con varios personajes lo suficientemente grises para no saber por dónde tirarán. Una trama que hace pinceladas a problemas por todos conocidos en nuestro mundo. Un choque de visiones sobre la cultura y la civilización que podríamos aplicar a nuestra civilización fácilmente... no demasiadas décadas atrás.

Y es que el rígido sistema feudal de Tiama y de los reinos humanos choca brutalmente con el mundo casi anárquico de los gohut. Los humanos se muestran como ejemplo de poder y tecnología, de normas y tradiciones frente a los gohut que son libres y viven en consonancia con la naturaleza. Nuestra protagonista Leara, tendrá que hablar y debatir a menudo con el gohut y aprenderá conceptos y formas de entender el mundo que nunca había atisbado antes. Será un pequeño tour de force entre dos mentalidades y entre dos universos de costumbres y creencias radicalmente distintas

(...) Los humanos siempre tratan de imponer a los demás su modo de pensar. No te basta con seguir su camino, tenéis que guiar también el del resto. (...) “No soy libres, Leara, sois esclavos unos de otros.” (...)

La trama se va complicando sin perder nunca el rumbo, y realmente es bastante adictiva y llena de ideas. La novela se desarrolla a buen ritmo aunque quizás sufre de un exceso de explicaciones en la prosa, como si el autor se preocupase constantemente de que el lector lo entienda todo. Esto le da un estilo quizás un poco encorsetado, rígido, como si Varela no se atreviera a soltarse y quisiera escribir de forma eficiente y sin sobrepasarse. Claro que quizá se deba a que sea su primera novela.

Sin embargo, estamos ante una historia bien completa que se lee en un par de horas y que vuelve a hacernos remover la conciencia porque su mensaje, aunque con trasfondo fantástico, no deja de ser un reflejo de la nuestra sociedad.

Sólo añadiré un pequeño apunte —que no tiene que ver con la calidad de la novela— sobre la maquetación y es que más de una vez se echan de menos separación de escenas en el texto. Desconozco si es cosa del autor o de la editorial, pero es un tema que particularmente me frustra bastante mientras leo.

En todo caso, ya he saldado una pequeña cuenta pendiente... claro que ahora me han cogido ganas de más.

Eloi Puig
03/12/2023