Si se pone uno a consultar listas de las mejores aventuras de los 4 Fantásticos de todos los tiempos es muy probable que esta mini serie de 4 números aparezca en más de una ocasión. Y es de agradecer que Panini Cómics le haya rescatado de nuevo (la edición original es del año 2002) para presentarla en su colección Marvel Must-Have.
Esta mini serie es una provocación que concibieron Gran Morrison y Jae Lee con un resultado visualmente impactante pero con una historia irregular. Dicha provocación fue para tratar de romper un poco los esquemas pero sin renunciar a la esencia del primer supergrupo de Marvel que, recordemos, no deja de ser una familia con sus inquietudes naturales mientras tratan de explorar otras dimensiones y salvar a la tierra de los peligros del universo.
Fíjáos con la magnífica ilustración de la cubierta: Namor, el príncipe de Atlantis, besando a Sue Richards (aquí, ya estaba casa con Reed) de manera desinhibida y muy sensual. Esto ya nos hace pensar de repente en que el matrimonio estrella de los 4 Fantásticos peligra. ¿Habrá conseguido Namor convencer a la mujer invisible para que deje el grupo o reniegue de Reed? Dejemos esta pregunta retórica para más adelante.
La mini-serie Los 4 fantásticos.1234 hace referencia, como es obvio, a los cuatro integrantes del grupo: Ben Grimm (La cosa), Sue Richards (La mujer invisible), Johnny Storm (La antorcha humana) y Reed Richards (Mr. Fantástico). Morrison nos lleva a una época en la que el supergrupo ya estaba plenamente en forma, había vencido a infinidad de enemigos, estaba instalado en el mítico edificio Baxter y en definitiva vivían entre la precaria normalidad de una familia de superhéroes con sus problemas habituales y la angustia de salvar al mundo de vez en cuando (Galactus ya había aparecido en sus vidas, sin ir más lejos).
Morrison diseña una aventura que sin renunciar a los estereotipos de cada personaje, alcanza unas cuotas mucho más oscuras y dramáticas de lo habitual. Éste es un cómic de los 4 Fantásticos que parece pensado para ser un Batman: Ambientación tétrica, gótica incluso; escenarios lluviosos, poco pintorescos, grasientos y sobre todo con viñetas donde se retratan a personajes como Reed Richards de manera muy poco usual: Conectado a una inmensa máquina de pensar por medio de cables. Todo muy poco luminoso. Aquí el trabajo de Jae Lee es excelente.
Así pues, nos topamos con una aventura en la que el villano más interesante que ha dado nunca los 4 Fantásticos (y posiblemente, uno de los mejor de Marvel), el Dr. Doom intentará vencer una vez más a nuestros héroes a través de una complicada —y sutil— trama de control mental. Cada capítulo estará especialmente dedicado a intentar provocar que los principales miedos de cada héroe se vuelquen en su contra. A Ben Grimm, como es habitual, su aspecto monstruoso y el hecho de no poder cambiar de forma siempre le ha pasado factura y aquí volverá a sufrir de lo lindo en este sentido convirtiendo su problema es una lucha contra sí mismo. A Sue la tentará su eterno pretendiente, Namor (de ahí, la cubierta) y el hecho de que su matrimonio ya está pasando serias dificultades debido al enclaustramiento constante de su marido en sus experimentos y su poca empática hacia a los demás (recordemos que durante una buena etapa, Reed y Sue se separaron). Johnny Storm aquí volvemos a encontrarle vanidoso e impulsivo y con graves problemas para mantener relaciones, especialmente hacia sus efímeras parejas. También él recibirá un baño de humildad.
Pero es en la figura de Reed Richards donde todas las miradas confluyen. Apenas aparece en esta historia y casi siempre queda conectado a una máquina que parece más un aparato de tortura que uno científico. Sobre él recaerán algunas sospechas, esbozadas de forma sutil por el guionista sobre su auténtica personalidad y el hecho de priorizar la ciencia incluso por encima de su propia familia. ¿Sería Reed Richards capaz de traicionar a los suyos para lograr logros científicos?
Defectos de superhéroes que les hacen más humanos y más personas que nunca y que aquí vuelven a resaltarse. No es una trama demasiado innovadora, pero sirve para conocer el cuarteto en una etapa clásica de su historia. Morrison incorpora otros elementos de pura ciencia ficción y también secundarios que ayudan a Doom. pero no acaban de funcionar. La trama en ocasiones es algo opaca y no acompaña a las excelentes ilustraciones de Jae Lee.
Hablemos brevemente de este aspecto, el gráfico. Como comentaba, el dibujo de Lee es perturbador, pues no estamos acostumbrados a un tratamiento tan siniestro en estos personajes. El más claro ejemplo es Mr. Fantástico y la máquina a la que está voluntariamente conectado durante prácticamente toda la historia: provoca cierta angustia. O las noches oscuras en los barrios de Nueva York, y también, cómo no, las profundidades de la ciudad cuando un viejo conocido como el Home-Topo hace de las suyas. Pero Jae Lee también sobresale en retratar a Ben Grimm tanto en su forma humana como de monstruo y especialmente a Sue Storm y Alicia Masters, dos mujeres fuertes e independientes. Por cierto, que la conversación que tienen ambas es magnífica especialmente por la idea de representar un coloquio entre dos amigas donde una es ciega y la otra invisible.
Los 4 fantásticos: 1234 es pues, una historia como las de siempre, pero con un tratamiento gráfico innovador y fuera de lo común que te empuja a pasar las páginas ya verlas como pequeñas joyas a contemplar. No estoy de todo satisfecho con la trama aunque resulta efectiva al menos. Pero aquí lo que merece la pena es disfrutar de la parte gráfica de Jae Lee, sin duda.
Eloi Puig
08/11/2024
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