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             El nombre de Akira Toriyama siempre  estará asociado a su serie insigne: Bola de dragón. Pero mucho de  nosotros también lo conocemos por ser el creador del Dr. Slump, una serie que  nos marcó quizás aún más a los adolescentes catalanes de principios de los 90.  También es cierto que descubrimos los mundos de AkiraToriyama a partir del  anime y no del manga. No fue hasta el boom de Dragon Ball que Planeta  DeAgostini se lanzó a publicar el manga homónimo (probablemente el primero en  publicarse en catalán). Todavía lo tengo. Y de hecho mi hijo mayor se lo ha  leído todo prácticamente. Y sigue de vez en cuando la serie por televisión. Si  algo se le debe reconocer a Toriyama es que ha sabido siempre crear grandísimos  personajes. Unos personajes que han atado a varias generaciones frente al  televisor. Recuerdo perfectamente como cada tarde nos metíamos en el sofá de  casa, mis hermanos, mi abuelo y yo para no perdernos el episodio de turno de Bola  de Dragón. 
            Por ello, que se hubiera anunciado  que el maestro Toriyama volvía a dibujar y guionizar un cómic y que estaba  ambientado en el universo de Dragon Ball ... y que además era un precuela,  sonaba a música celestial. Aún así, fue mi hijo quien se adelantó y pidió comprar  este volumen, por lo que estoy reseñando por primera vez una obra que a priori  no era para mí. 
            La cuestión sin embargo, es que  estoy decepcionado. Si antes comentaba que Toriyama siempre había diseñado  grandes personajes que de por sí solos arrastraban la historia - fuera cual  fuera-, en esta precuela - un poco cogida por los pelos- de Bola  de dragón, los personajes son todo lo contrario: Sosos, poco  estimulantes , faltados de carácter, y si a esto le añadimos un guión muy  sencillo y poco elaborado, llegamos a la conclusión de que Jaco, The galactic Patrolman es un intento fallido de volver a hacernos soñar. 
            Vamos al argumento. Jaco es un  patrullero espacial, algo torpe y poco experimentado, que es enviado a la Tierra para tratar de  desviar de su órbita o de interferir en el envío de una cápsula ocupada por un  bebé de Guerrero del Espacio (sí, ya sabéis de quien hablo). Pero su aterrizaje  en la Tierra  no es nada apacible y su nave queda averiada. Allí topará con un científico de  edad avanzada - que nos recuerda físicamente a Mutenroshi- que le ayudará en  las reparaciones y también con una peculiar chica que también mirará por él. El  carácter de Jaco a veces choca con el talante de los terrestres produciéndose  situaciones teóricamente divertidas - pero que compradas con la inocencia que  desprendía por ejemplo la robot Arare, no se acerca ni de lejos-. 
            El guión es así de sencillo: Narra  una serie de peripecias de Jaco y sus nuevos amigos para tratar de reparar la  nave y así impedir la llegada de Goku. Pero Toriyama explota poco esta premisa  y comprobamos como las páginas van pasando sin que la historia avance  demasiado. Sólo en los momentos final nos permitimos una sonrisa al descubrir  el pasado de algunos personajes históricos de Bola de dragón como es el  caso de Bulma. Pero poco más. 
            El dibujo, sencillo pero efectivo  hace de contrapeso a una historia floja. No se si a Toriyama se le han agotado  las ideas pero en general no me ha parecido una precuela memorable ni mucho  menos. O quizás es que hace unos 25 años que la emisión de Dragon Ball nos  conmocionó y nos hemos hecho un poquitín grandes ... todo es posible. 
               
              Eloi Puig, 24/05/15 
              
              
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