La casa de la torre
FANTASIA JUVENIL
 
     
 
 
 
 

LA CASA DE LA TORRE
(2010)

Isabel del Río

Editorial:
La Galera
(2010)


Colección:
Narrativa
singular


Núm:
---

Páginas:
203

Lecturas relacionadas:
La casa del torreón II

Otras ediciones:

CASTELLANO:
2010 La Galera

 
     
La casa de la torre

Dice la contraportada de esta novela que Isabel del Río, con la publicación de su primera novela -corta-, Casa de títeres, despertó un gran interés entre la crítica y la prensa especializada. Totalmente cierto. No lo hubiera podido definir mejor. Recuerdo cuando escribí la reseña de Casa de Títeres que su lectura me resultó gratificante, más que interesante y sobre todo prometedora.

Ahora con La casa de la torre, publicada a la vez en catalán y castellano -las dos versiones las ha escrito la misma autora-, Isabel del Río tiene la oportunidad de demostrar si ese interés era un golpe de genio o no. Lo cierto es que la temática de trasfondo entre las dos obras es bastante parecida a mi entender: La mezcla, sutil, invisible, pero irreversible entre la realidad y la fantasía, entre un mundo real, cotidiano, palpable y otro donde los terrores más abyectos pueden tomar forma. La casa de la torre da un paso más en este capítulo de mezclar la propia realidad con el terror, un paso más sobre una novela corta como era Casa de títeres, dando lecciones de cómo la autora maneja con serenidad una trama que no resulta fácil de entregar al lector.

Marina es una chica normal y corriente que sufre una caída y, tal cual Alicia, se despierta en un mundo que no es el suyo, una ciudad diferente, limpia, impoluta pero que de noche, cuando las sombras cobran vida se convierte en terrorífica. Allí tendrá que aprender a sobrevivir con la ayuda -o no- de varios personajes secundarios. Deberá luchar y correr y no tendrá ocasión para relajarse o para intentar saber qué le está pasando ... la vida en esta realidad paralela es una pesadilla sin fin. El único consuelo es subir a la torre de una casa desde donde puede contemplar su propia ciudad, su propio mundo real, una casa que sólo podía ver desde la azotea de casa de sus abuelos y que nunca había sabido encontrar.

La autora sabe proporcionar a la trama una cierta áurea de misterio sobre dónde está Marina, y también hay que decir que sabe moverse en el terreno del terror de forma satisfactoria. Durante el transcurso de la novela Marina sufrirá una serie de horrores como nunca había soñado. Cierto es que la autora nos ahorra escenas escabrosas y deja más juego a la imaginación, quizá por que la novela parece enfocada a un público más juvenil. En todo caso, la novela se sustenta por un espíritu clásico entre el sentido de la maravilla y el terror como podríamos encontrar en otras obras similares como Coraline.

El nuevo universo por donde vaga la protagonista es un mundo donde las reglas parecen romperse (al principio es verano, más tarde cuando Marina vaga por los bosques las estaciones se suceden de forma anormal), algunos hechos parecen estallar sin lógica ... y la autora no parece muy interesada en profundizar en aspectos secundarios que a priori parecían importantes. Este es un punto débil en mi opinión, el hecho de que la autora no nos explique claramente cómo funcionan las reglas en este mundo fantástico ... si es que hay. Isabel del Río da pistas al lector sobre hechos que sucedieron en el mundo paralelo pero en ningún momento le interesa dejar las cosas claras. Esto curiosamente es un handicap autoimpuesto, pues permite una segunda lectura, tal vez más enfocada a un público adulto, pero que quizá no todo el mundo sabrá apreciar.

Al final, la autora nos descubrirá una conclusión lógica para entender los principales rasgos de la trama argumental pero, como decía, no todos los acontecimientos que pueblan la novela desde que Marina entra en el nuevo mundo. En este punto tengo que confesar una cierta decepción pues soy de los que les gusta las cosas bien atadas. El universo de La casa de la torre está en la mente de la autora y corren voces que posiblemente escriba más novelas en este universo mágico y terrorífico. Esto probablemente nos resolverá algunos enigmas. En todo caso pero, la novela es plenamente autocunclusiva y la podemos disfrutar sin más.

Isabel del río sigue siendo una autora emergente, más ahora que ha publicado una novela más a su aire y en una editorial seria. Quizá no ha roto ningún molde pero ha evidenciado que tiene ideas que sabe impregnar sobre el papel. Su próxima incursión literaria la seguiré con interés, sobre todo si se decanta más la literatura más oscura y adulta.

Un punto y aparte lo merece la edición de la novela: Excelente. No sólo la portada, no sólo las magníficas ilustraciones de Oriol Malet, todo el libro está cuidado al detalle ... combinación de páginas blancas y negras, hojas gruesos, ilustraciones en los márgenes ... es uno de esos libros que hace tanta buena pinta que lo muestras a los amigos con delicadeza y orgullo. Felicidades a La Galera y la colección "Narrativa singular" por esta lección de cómo publicar un buen libro.

Eloi Puig, 24/02/11

 

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