Debo reconocer que cuando leí por primera vez los relatos de Robert E. Howard de Conan (en el anterior volumen) me esperaba divertirme mucho con historias pulp, que si bien probablemente fueran amenas no tendrían una calidad literaria demasiado elevada. Vamos, que por eso un poco se clasificaban dentro de los comienzos del género pulp. El caso es como que como casi siempre, me equivoqué pues Howard demuestra ser un narrador muy bueno otorgando ritmo y tensión a la mayoría de sus cuentos.

Este hecho lo he corroborado aún más en este segundo volumen que recopila cuentos de Conan entre los años 1934 y 1935. Y es que el autor creo que aún depuró más su estilo y acabó por introducirte en el fabuloso mundo de Hiboria con imágenes impactantes y con un sentido de la aventura espléndido. En resumen, que Conan sienta las bases para la aventura fantástica de calidad.

Este segundo volumen, titulado La cançó de Belit, nos acerca a cinco cuentos de longitud media-larga (algunos incluso con capítulos internos) que tienen en común que las mujeres son siempre coprotagonistas. Desde bravas guerras como la propia Belit, a hijas de nobles que ansían ser rescatadas del monstruo o malo de turno. Pero sí que Howard les ha otorgado un mayor protagonismo que en otros relatos de nuestro antihéroe. Porque eso sí, Conan sigue sus propios principios de siempre y sigue siendo aquello que era cuando nació: un bárbaro. ¡Ah! ¿No sabéis quizás aún quién es Conan? Pues éste:

(...) el cimerio tenía la resistencia y la vitalidad de un lobo, los músculos y los tendones de hierro y los nervios afilados por la vida dura y adusta de los páramos del mundo. No le costaba nada reír y era rápido y terrible cuando se enfurecía. Siempre comía con hambre y las bebidas fuertes eran su pasión y su debilidad. Ingenuo como un niño en muchos aspectos, ajeno a los sofismos de la civilización, tenía una inteligencia innata, marcaba bien su terreno y era peligroso como un tigre hambriento. (...)

Por otro lado, en estos cuentos seguimos explorando el mundo de Hiboria, especialmente en lugares remotos y más salvajes. Conan viajará como pirata y como mercenario por exóticas ciudades en ruinas, selvas y lugares repletos de magia y aventura... alejado a veces totalmente de los lugares civilizados y en otros formando parte de milicias pero siempre en territorios y espacios que Howard se ha encargado de teñir aún más de misticismo. Ciudades, templos y parajes peligrosos en los que parece Howard se aferra para crear ambientaciones fantásticas. Esto es pura poesía épica:

(...) "los barcos no atracaban en este puerto, donde brujos de piel morena arrojaban hechizos entre la neblina del humo expiatorio del humo que despegaba constantemente de altares empapados de sangre bajo los gritos de mujeres desnudas (…)

Empecemos con “La reina de la costa negra” donde Howard parece presentar (por fin) una pareja a la altura de Conan. Se trata de Belit, la esbelta capitana pirata de pelo negro (ejem) y salvaje como él mismo.

(...) “indómita como un viento del desierto, elegante y peligrosa como una pantera, se acercó al bárbaro sin hacer caso de la espada manchada de sangre de sus guerreros.”

Aunque sólo aparece en este largo cuento dentro del canon de Howard, el personaje tuvo tanta fuerza que fue desarrollado años más tarde por otros autores, seguidores del tejano. Un personaje que tuvo una clara influencia en otras heroínas bárbaras posteriores y que como podemos comprobar en estos fragmentos... están hechos el uno por el otro:

“Su alma de bárbaro se agitó. Explorar reinos misteriosos con esta tigresa joven de piel blanca... hacer el amor, reír, vaguear, saquear...”

En este cuento, Howard explota la aventura mística con misterios arraigados a antiguas civilizaciones sobrehumanas que nos llevan a recordar otros episodios similares como "La torre del elefante". Mucha batalla y sangre y un final épico de aquellos míticos a pesar de ser claramente un deus ex machina

(...) partió cráneos, destrozar pechos, mutilar extremidades, destripar entrañas. Una horripilante cosecha de cerebros y de sangre se esparció por la cubierta.”

En "El valle de las mujeres perdidas" nos encontramos con una gran narración bajo el punto de vista de una prisionera. Conan rescata a una bella chica y mata a un demonio por el camino. No es una historia excesivamente original, pero cuenta con una narrativa extraordinaria. También vislumbramos el racismo y la superioridad blanca de la época, especialmente entre pueblos civilizados y los negros salvajes que describe Howard. Un punto curioso es la influencia lovecraftiana y que evidencia más que nunca el estrecho contacto que existía entre los dos autores:

(...) “Fue consciente de que presenciaba la manifestación máxima del horror, de la locura cósmica que acecha a los abismos más profundos de la noche, ajenos a los sueños más descabellados que pudiera concebir un loco.”

Un cuento bastante similar (aunque aquí no existe el punto de vista femenino directo) es “Sombras a la luz de la luna” donde el cimerio libera a una chica y se escapan a una misteriosa isla dentro del mar interior... donde luchan contra monstruos y piratas. También poco original pero de nuevo una aventura muy bien narrada.

Seguimos con “Nacerá una bruja”, uno de los relatos más aclamados por los fans de Conan. Un cuento sobre suplantaciones al nacer y gobiernos corruptos a manos de una bruja especialmente malvada. Da lugar a pensar en que esta idea ha estado presente siempre en historias de fantasía épica. Realmente es una buena historia donde Conan juega un papel secundario. En este caso él es el jefe de la Guardia mercenaria de un pequeño reino fronterizo donde todo el mundo ama a su reina. Pero de un día para otro ésta parece perder la cabeza y abraza la entrada de los ejércitos invasores que hace tiempo luchan por apoderarse del reino. Conan tendrá que intervenir.

“Sombras de Zamboula” es un relato oscuro, también ambientado en territorios fronterizos donde parece que todo pueda ocurrir. Aquí interviene también ese miedo a la oscuridad y lo desconocido y se mezclan temas como el canibalismo. Conan tendrá que sobrevivir a la noche de Zamboula donde los residentes cierran sus puertas y donde sombras depravadas caminan por las calles buscando en presas. También una chica de gran belleza necesitará los servicios de nuestro bárbaro. Me ha parecido un muy buen relato que se acerca más al terror en muchos momentos.

Seguimos, pues, disfrutando de las aventuras de Conan, el bárbaro con estas hermosas ediciones de Laertes, que nos han prometido sacar todos los relatos canónicos de Howard. De hecho, el tercer volumen, El diable de ferro ya está anunciado para salir publicado en pocas semanas.

Eloi Puig
15/10/2022