|
Jordi de Manuel es un autor que ha publicado varias novelas desde que se inició en esto de la literatura, de hecho bastantes, lo que tiene su mérito. Su ciclo más largo, su serie de dónde ha sacado más jugo es sin duda la de las aventuras policiales de Marc Sergiot. Todas las novelas protagonizadas por este inspector ceñudo e introvertido tienen como escenario la ciudad de Barcelona y usan elementos propios de la ciencia-ficción para desarrollarlas. No dejan de ser obras más próximas a la novela negra pero es interesante como estos elementos prestados de la ciencia ficción le dan un aire de verosimilitud.
La serie está teóricamente finalizada. No hay que preocuparse por saber si uno se ha olvidado algún libro (todos ellos publicados de forma desigual por diferentes editoriales) pues cada novela es autoconclusiva. Algunos de ellos han merecido varios premios, por ejemplo la última en ser escrita, pero cuarta de la serie (Mans lliures) que ganó apenas hace dos meses el II Premi Ictineu a la mejor obra fantástica escrita en catalán
Hablaremos pero de Tres somnis blaus (Tres sueños azules), Premio Valldaura de novela breve 2000; la primera novela del inspector Marc Sergiot en ser escrita y la quinta de la serie, justo después pues de Mans lliures y anterior a la que para mí es la mejor de todas: L’olor de la pluja. Tres somnis blaus es una novela corta, no muy ambiciosa, teniendo en cuenta que se trata de novela negra, es más bien una idea interesante puesta en un papel, una idea que me atrevería a decir es el embrión de la auténtica ciencia ficción catastrofista que hay de trasfondo en las novelas de Marc Sergiot: La punzante sequía de la cuenca mediterránea que va provocando poco a poco previsiones cada vez más pesimistas sobre la capacidad de supervivencia de nuestra sociedad. El texto (espero que no definitivo, pues aún podrían pasar hechos peores y más desequilibrantes) lo podemos leer en L’olor de la pluja.
Pero vamos a lo que nos interesa, como decía, Tres somnis blaus es una novela corta, de tan sólo 90 páginas que explica la investigación de un extraño suceso: una mano amputada hallada en el parc de la Ciutadella. Para narrarnos los hechos - que el autor no pretende ocultar en ningún momento- nos topamos con tres líneas de acción que junto con la investigación extraoficial de Marc Sergiot convergen para aclarar no tanto qué ha provocado el hecho si no el porqué. Aquí es donde radica la idea que estoy seguro que a Jordi de Manuel le rondaba por la cabeza desde el comienzo ... una explosión que quería emular lo que más falta hacía en Barcelona, una metáfora poética sobre lo que realmente importa en la trama de la novela. Un visión efímera de lo que vendría después en L’olor de la pluja.
No es una novela que desborde pasiones, más bien es mesurada, contenida, no busca el impacto, ni siquiera enganchar al lector. Tampoco los personajes destacan especialmente - parece que el autor no haya tenido tiempo de dedicarse a ellos-. Es una obra que se lee bien y que invita a adivinar el misterio de tres sueños que tres protagonistas sufren noche tras noche. El significado final no es estremecedor ni siquiera excesivamente original o revelador ... pero te hacen sacar una pequeña sonrisa del rostro, no por que haga gracia, si no porque la confluencia de las tres líneas de acción y por tanto de tres sueños da lugar a la reflexión nuestro bien más preciado, como se suele decir.
Tres somnis blaus no pasará a la historia como una de las mejores novelas protagonizadas por Marc Sergiot, pero sí que es la base desde donde se escribieron las otras aunque cronológicamente esté situada en quinto lugar. Recomendado leer después L’olor de la pluja. Y para pedir un deseo, me atrevo a realizar una petición al autor: Más novelas ambientadas en esta sequía persistente, en este ambiente catastrofista ... más allá de Tres somnis blaus y de L’olor de la pluja hay de haber una trama que resulte francamente estremecedora, casi post-apocalítpca quizás. Jordi de Manuel tiene la palabra.
Eloi Puig, 29/01/11
|
|
