La saga de Hrolf Kraki
FANTASÍA HISTÓRICA
 
     
 
 
 
 

LA SAGA DE HROLF KRAKI
Hrolf Kraki's saga
(1973)

Poul Anderson

Editorial:
Alianza Editorial
(2016)


Colección:
Runas

Núm:
---

Páginas:
309

Otras ediciones:

1993 Anaya. Última Thule, 6

 
     
La Espada rota

Hace unos años conocí Dinamarca. De aquella tierra plana repleta de castillos me sorprendieron muchos aspectos pero tres sitios me encendieron la vena místico-literaria: El reconstruido asentamiento de Trelleborg, las piedras rúnicas de Jelling - casi me imaginaba descifrando un texto donde se indicaba la ubicación de un tesoro guardado por un tal Smaug- y el museo de Drakars de Roskilde, la antigua capital. Allí mismo me puse un casco de vikingo, cogí una espada a dos manos y me hice una foto gritando como un bersekr en plena batalla. Que queréis que os diga, soy así. Los vikingos representan un ideal entre romántico y perverso de la libertad, el honor, la aventura pero también del pillaje, el comercio y la batalla épica.

Los vikingos siempre han despertado cierta fascinación entre los otros pueblos. Eran una cultura que atemorizaba pero también se la envidiaba en parte. Películas como El guerrero número trece o Outlander, cómics como Thorgal, series como Vikingos o novelas como la reciente Neimhaim de Aranzazu Serrano o incluso la Trilogía del Mar Quebrado de Abercrombie ensalzan o inspiran los pueblos nórdicos y su mitología. Y la presente novela contiene todos estos aspectos que destacaba anteriormente, escritos de la mano de un escritor que ya conocí precisamente leyendo una pequeña joya totalmente sumergida en la mitología de los pueblos escandinavos. Poul Anderson es un autor que siempre me ha sorprendido muy gratamente. Sólo había leído dos obras suyas, pero señores: ¿Qué novelas! Por un lado La nave de un millón de años, un claro ejemplo de su vocación hacia la ciencia ficción; y por la otra, La espada rota que el sello Runas tuvo el privilegio de recuperar hace unos años. Si aquella novela era un claro ejemplo de la pasión de Anderson por la mitología nórdica, la que ahora nos ocupa, La saga de Hrolf Kraki, no lo es menos.

El mismo término de saga, tan común hoy en día, es de origen escandinavo y hace referencia a una narración de larga duración que extiende sus brazos por varias generaciones o por muchas de las ramas de una familia. Y una saga es lo que nos encontramos al abrir las páginas de esta fantasía histórica. Anderson por un lado recoge la información existente en torno al rey danés Hrolf Helgisson, - llamado posteriormente Hrolf Kraki-, un soberano que gobernó la isla de Selandia y Escania (actualmente en Dinamarca y el sur de Suecia) y tuvo una importante influencia en los territorios vecinos. Pero aparte de los hechos históricos, el autor incorpora los elementos fantásticos propios de la mitología nórdica y de su panteón de dioses y criaturas. Esta es una mitología que en menor o mayor medida siempre ha estado presente en nuestra literatura popular. Las referencias a Thor y Odín por ejemplo son innumerables. O el significado de la palabra bersekr es muy conocida por cualquier aficionado a la fantasía o en la literatura de aventuras. Y Anderson, nos ofrece un cocktail perfecto entre historia y fantasía, entre las vidas, pasiones, traiciones y victorias de la familia de Hrolf Kraki desde los tiempos de su padre y tío pero también de los guerreros que le acompañaron a construir una Dinamarca que era la envidia del norte de Europa.

Así pues por un lado tenemos la vertiente histórica, la saga real que nos acerca a la vida de la familia del rey (Hrolf Kraki existió, según las sagas escritas, sólo que Anderson ha llenado los vacíos históricos con magia y dioses caprichosos empeñados en guiar el rumbo los humanos) y por el otro lado tenemos las incorporaciones fantásticas que dictan el destino de los hombres: los engañosos elfos - que ya se encargó de retratar a la perfección el autor en La espada rota, las bestias-troll o los mismos dioses nórdicos - especialmente Odín - que intervienen directamente en la saga, sin olvidar las bersekrs, los cambiaformas, las brujas o el ritos paganos que tan furor tenían en una época - finales del s. VI- y naturalmente la lucha diaria donde el honor y el orgullo eran más importantes que las personas. Toda esta fantasía, pero, sólo acompaña la trama, lo envuelve en momentos puntuales dejando el grueso de los acontecimientos por los hechos históricos, o al menos los hechos extraídos de la saga que Anderson se encarga de novelar a su gusto. Efectivamente, la vena romántica y me atrevería a decir que nostálgica de aquellos tiempos también se hace notar en la narración, y muchos aspectos de la vida cotidiana se ensalzan mediante diálogos que quizás desentonarían en la vida real.

La saga consta de siete capítulos, siete historias centradas especialmente en una figura cercana a Hrolf Kraki y curiosamente ninguna de ellas es el mismo rey. Y por estos capítulos pasarán numerosos personajes que soltarán sus pasiones como si estuviéramos hablando de un culebrón medieval: incestos, hijos ilegítimos, brujería, traiciones de los más cercanos, pero también honores y gloria por los valientes. Anderson es un gran narrador y sabe combinar la ambientación de la fría Dinamarca con el estado de ánimo y el espíritu que guía a los personajes principales. Puede recrear batallas épicas como narrar un encuentro imposible entre madre e hijo.

Quizás comparada con La espada rota, le falta más profundidad o más mala leche, pero La saga de Hrolf Kraki es igualmente una gran oportunidad de acercarse a esta mitología que siempre nos ha atraído tanto y de la mano de una gran conocedor de la misma.

El sello Runas continúa rescatando obras que no merecen perderse en el olvido. A destacar también la nueva traducción de la mano de Lorenzo Martín que no sólo me ha parecido muy notable sino que aporta algunos pies de página más que instructivos.

Eloi Puig, 25/04/2016


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