No se a ciencia cierta si esta novela la ha escrito realmente M.
Jhon Harrison o tegeus-Cromis, el poeta-guerrero protagonista de Caballeros de Viriconium,
la predecesora de esta segunda novela ambienta en Viriconium. ¿Que
porque digo eso? Simplemente, Tormenta de alas tiene poco
o nada a ver con Caballeros de Viriconium: Ni el estilo,
ni el argumento ni casi los personajes (incluso se podría
leer por separado). Y el hecho de que destaca más de la obra
es precisamente este estilo poético, casi místico
que observamos en todos y cada uno de sus páginas, como si
el autor se le hubiera contagiado el barroquismo lírico del
guerrero-poeta.
Tormenta de alas, además, abandona toda pretensión
de parecer una novela de ciencia-ficción rodeada por un ambiente
de fantasía épica como pasaba en la primera novela
para abordar temas duros de la ciencia-ficción: La mezcla
de realidades, invasiones alienígenas, proyecciones mentales,
etc
Todo un calidoscopio poético que puede tanto encandilar
al lector como marearlo pues a veces parece que Harrison no tenga
las cosas claras.
Viriconium está sometida en esta ocasión a los seguidores
del Signo de la langosta, una nueva religión que empieza
a hacer estragos por la calle. Además la aparción
de una renacida con un mensaje extraño y ambiguo provocará
que un pequeño grupo de exploradores se aventuren hacia el
norte para intentar saber qué pasa realmente.
El autor no tiene el argument bien enfocado, se pierde a menudo
en lirismos (magníficos) que aportan poco a la trama, o se
olviida momentáneamente de lo que están haciendo los
personajes para continuar describiendo la tierra de Viriconium,
su decadencia, su desolación que aumenta día a día.
En cierta manera, Harrison me recuerda con esta novela a Fritz
Leiber: Por su prosa a veces casi poética y por alcanzar
unas cotas de calidad literaria realmente impresionantes pero olvidando
también los aspectos prácticos de la narración
y de la tensión del momento.
Los personajes tienen un papel difícil en esta novela: Su
desorientación esbozada por Harrison acaba por también
desorientar a ratos al lector; la locura que periódicamente
cala en la mente de estos es tratada por Harrison como un ejercicio
de inspiración que no siempre es llevado a buen puerto.
Una novela pues que puede gustar mucho o poco dependiendo mucho
del momento en que sea leída y del estado de ánimo
del lector. Tanto se la puede valorar con un "6" como
con un "9", con un aprobado justito como con uno excelente.
Realmente la decisión es dificil. ¿Hay que basarse
con los criterios literarios? ¿O quizás con criterios
de diversión y originalidad? Sea como sea, es una novela
a releer con calma para saborear lo que el autor es capaz de proporcionar
al lector: Una trama coherente pero dispersa, desenfocada; una prosa
exquisita y unos personajes quizás poco desarrollados pero
que en el fondo forman parte de este "gran" personaje
que es la Tierra desolada después de miles de civilizaciones
que la hayan explotada: Viriconium.
Como colofón, la editorial ha vuelto a colocar uno de los
relatos escritos años más tarde (1985) en el recopilatorio Viriconium Nights. Sinceramente se lo podrían haber
ahorrado: El relato tiene un estilo completamente diferente al de
la novela y no aporta nada al conjunto de la obra de Viriconium.
Pienso que es una mala idea esta de mezclar estos relatos con las
novelas, pues solo provocan que se baje la valoración que
le otorgaría al libro.
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