Gusanos de la Tierra
FANTASIA HEROICA/ ANTOLOGÍA
 

GUSANOS DE LA TIERRA
Worms of the Earth
(1969)

Robert E. Howard

Editorial:
Martínez Roca (1987)

Colección:
Fantasy

Núm:
14

Páginas:
156


   
Gusanos de la Tierra

Hablar de Robert Ervin Howard es hablar sobre Conan y sobre la fantasía heroica en estado puro. Es de sobra conocido que este autor ha pasado a la posterioridad por ser el creador del popular personaje y de innumerables cuentos protagonizados por el bárbaro. Por desgracia, la popularidad de Conan ha dejado un poco fuera de sitio a otros héroes también creados por Howard, como es el caso del rey Kull o de Bran Mak Morn un cabecilla picto que luchó por mantener la memoria de su raza y la libertad ante la invasión romana de Britania.

Soy un profano en materia de este autor. Quizás por el hecho de que hay muchas historias sobre el personaje de Conan y no sabes bien por dónde empezar, el cierto que hasta ahora lo había esquivado esperando no caer en la tentación pues me temía que me gustaría y hay tanto por leer ... Hasta que lo he hecho, claro, aunque por la puerta pequeña, disfrutando con un héroe poco conocido del autor: Bran Mak Morn. Con Howard he descubierto un sentido de la fantasía heroica que no veía desde algunos memorables cuentos de Fritz Leiber y su serie de Fafrhd y el Ratonero gris. Con los relatos que componen esta recopilación se que sólo me hago una idea general del talento de Howard pero es más que suficiente: su capacidad descriptiva, la gran caracterización de los personajes y el dinamismo a la hora de ofrecernos batallas y escenas de acción lo encumbran como un modelo a seguir en muchos aspectos. Leyendo las aventuras y desventuras de sus héroes te ves a ti mismo participando en nobles conflictos, en emotivos discursos, en escenas de violencia desenfrenada y en batallas imposibles. Howard creó escuela y una base más que loable para que otros autores siguieran su estilo e hicieran de la fantasía heroica un subgénero digno tanto en la narrativa como en el cine o el cómic - por ejemplo la recientemente finalizada serie de Thorgal-.

Howard sentía una gran admiración por los pictos, una serie de tribus célticas (pre-célticas según el autor) que coincidieron en el tiempo con la invasión romana de la isla de la Gran Bretaña (Britania para los romanos). Howard los consideraba en sus cuentos los últimos bárbaros, el último vestigio de una nación grande, fuerte y poderosa que había regentado la mayor parte de los territorios europeos en épocas pasadas, descendientes todos ellos de las leyendas de la Atlántida y de Lemuria que el propio Howard había construido en torno a sus héroes Kull i Conan.

Así pues, el autor tejano intentó atar su propia mitología con la realidad histórica y perfiló un imaginario camino por donde las diferentes sagas de héroes bárbaros dejaban paso a los pictos, a su momento de gloria y a su decadencia, momento en el que están basados la mayoría de relatos de esta antología. La idea de Howard era simple: El lento devenir de los años y las eras pasaba (y pasa) factura a todas las naciones, incluso las más fuertes, de manera que los pictos también tenían que dejar paso a las naciones celtas y a los romanos, aunque éstas también acabarían por caer tarde o temprano. Una visión que queda perfectamente reflejada en el cuento "Hombres de las sombras". Una fantasía heroica pues que se funde en una fantasía histórica en muchos momentos.

Un hecho que realza todavía más la lectura de estos relatos es que Howard nos explica la historia de los pictos bajo el punto de vista de diferentes personajes, no siempre del mismo bando, cosa que nos da una visión más amplia de los conflictos. Tanto podemos contemplar los acontecimientos con los ojos de un bretón, de un mercenario godo, de un romano o del mismo Bran Mak Morn

Los relatos que nos ocupan fueron escritos mayoritariamente a principios de los años treinta, en las revistas especializadas de la época. Howard fue contemporáneo de otros escritores fantásticos como el mismo Lovecraft -por cierto que en el relato "Gusanos de la Tierra" se pueden ver guiños a ciertas divinidades creadas por Lovecraft-.

Así pues, el volumen que nos ocupa, Gusanos de la Tierra, son todos los cuentos que Howard dedicó al personaje de Bran Mak Morn. El volumen es un un fix-up, una relación de cuentos que tienen poco que ver entre sí, pero que juntos forman un conjunto homogéneo, un universo particular, de manera que a medida que vamos leyendo los relatos vamos entendiendo la complejidad del personaje de Bran Mak Morn y de su entorno.

"La raza perdida" nos sirve de presentación para mostrarnos el pueblo picto, objeto de leyendas y de misterios por parte de las tribus célticas que ahora ocupan las islas británicas y de las legiones romanas que tratan de invadirla. Sin desmerecerlo, es quizás el cuento más previsible y básico de la recopilación.

En cambio "hombres de la sombras", "Reyes de la noche" y "Gusanos de la Tierra" nos introducen de pleno en el conflicto contra los romanos. Especialmente “Reyes de la noche” nos ofrece una batalla épica que evidencia el talento narrativo de Howard y su imaginación para mezclar la magia más mística con la realidad más dura. Aquí Howard aporta además la presencia de otro de sus héroes míticos: Kull.

"Gusanos de la tierra", el cuento que da nombre a la recopilación es el más terrorífico de los relatos dedicados a Bran Mak Morn. Una venganza mágica perpetrada por el rey de los pictos contra un general romano que no tiene los resultados que esperaba. Aquí es donde la sombra de Lovecraft se cierne más sobre la narración insinuandonos formas, sonidos y sombras más que mostrándonos realmente el terror que puede esconder en el subsuelo desde islas británicas.

Pero es en "El hombre oscuro" donde me he quitado definitivamente el sombrero: Un cuento pensado para lucimiento del héroe, en este caso uno bárbaro irlandés repudiado por los suyos pero que viaja a una muerte segura para rescatar a una noble dama raptada por los vikingos pero donde también se mezclan elementos nostálgicos referentes a los pictos, ahora ya un pueblo casi desaparecido pero que todavía recuerda, siglos después de su muerte, el gran rey que los unió: Bran Mak Morn. Un cuento de una violencia extrema, pero también de un intenso sentido del deber y del recuerdo de los caídos. El mejor de la recopilación

Esta antología también incluye un fragmento sin título y una poesía dedicada también a los pictos. Toda una lectura recomendable para los interesados en descubrir las bases de la fantasía heroica occidental, todo un placer.

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Relatos que contiene esta antología:
1926- La raza perdida
1969- Hombres de las sombras
1930- Reyes de la noche
1969- Una canción de la raza s/v
1932 Gusanos de la Tierra
1969- Fragmento s/v
1931- El hombre oscuro