GOSSOS
DE GUERRA
Dogs of War
(2017)

Adrian Tchaikovsky

Editorial:
Editorial Chronos
(2023)

Colección:
Voyager

Núm: 11

Páginas: 388

Traductor:
Octavi Gil

Il·lustrador:
Andreu Zaragoza

Otras ediciones:

ESPAÑOL:
No existen ediciones

Adrian Tchaikovsky vuelve de la mejor manera posible: Con una novela especulativa fascinante y altamente recomendable para todos. Después de presentarnos en catalán obras tan notables como Trescafocs o Un día tot això serà teu (sin contar Antic Llinatge que todavía tengo pendiente en la pila), el autor fetiche de la editorial Chronos vuelve a triunfar con Gossos de guerra, una aventura que mezcla la especulación en el desarrollo genético, la ética científica y el despertar de la propia conciencia, aderezado con la personalidad de un personaje estrella y la ternura de sus protagonistas. Pero también nos acerca a la guerra, los intereses privados y la revolución de una nueva especie creada —o más bien alterada— por el hombre: Las bioformas

Rex es un buen perro. Así lo siente y así lo piensa. Y cada vez que daña a los malos y sigue fielmente las órdenes del Amo, su chip de retroalimentación se lo dice: Buen perro, Rex. Pero también es un perro modificado genéticamente, mucho más grande de lo normal y con multitud de implantes neuronales cibernéticos que lo convierten en una máquina de matar casi perfecta, especialmente cuando utiliza mentalmente las dos ametralladoras (los perros grandes que las llama él) que lleva ensambladas en la espalda. Él es el jefe, el comandante de una guerrilla de bioformas que actúa en guerras locales y en conflictos en todo el mundo. El resto de sus compañeros son Mel (la táctica del comando), Drac (especializado en enfrentamientos a distancia) y Abejas, una mente colectiva de insectos que apoyan al pelotón desde el aire. Son una Bandada Multiforme de Asalto.

Juntos combaten, matan, desgarran y pacifican todo lo que el Amo les manda. Ahora están en la selva de Campeche, en la península del Yucatán, donde unos rebeldes amenazan la hegemonía del gobierno mexicano. Y allí se presenta una misteriosa mujer enviada por las instancias superiores que pide explicaciones sobre las actividades de la guerrilla de bioformas sobre el terreno. Aquí es donde Rex y los suyos empezarán a darse cuenta de que quizás no todas las órdenes son irrefutables y que no todos los malos son los que llevan armas.

También será el momento en que Rex se empiece a preguntar qué es en realidad él y cómo debe actuar en determinadas circunstancias especiales; y por tanto entran en juego las contradicciones sobre el bien y el mal, sobre quién es bueno y quién es malo o si existe un término medio a matizar. Rex era más feliz cuando sólo recibía órdenes y el chip le achuchaba diciéndole que era un buen perro, un buen chucho. Pero un nuevo contexto inédito hasta ahora hace que tenga que tomar decisiones sin la supervisión del Amo.

(...) ¿Qué eres Rex? ¿Un hombre, un perro o una máquina? ¿O una amenaza? (...)

Tchaikovsky nos transporta a un conflicto íntimo que puede hacernos revivir el mito de Frankenstein. La humanidad, a través de la ciencia militar, crea una nueva vida, o en este caso altera una pero también se desentiende de su creación. A los animales tratados les añaden tecnología suficiente para que sean considerados poco más que cíborgs en forma de bestia pero debajo de las armas, los implantes, las corazas... sigue habiendo un simple perro, un perro que quiere complacer a su Amo.

Los capítulos narrados bajo el punto de vista de Rex están escritos en primera persona mientras que el resto —protagonizados por varios humanos— están plasmados en tercera persona, más distanciados. Pero el enfoque del Rex es el que más nos atrapa, sus ansias y dudas por cumplir o no unas órdenes, por agradar y no decepcionar al Amo son una deliciosa mezcla de tensión y ternura que el autor inglés explota con mucha eficiencia. Sí que es cierto que algunos capítulos centrales, enfocados a aspectos de Rex fuera de su ámbito (juicios, nuevas canillas etc) tienen un punto de precipitación pero en conjunto la prosa de Tchaikovsky te atrapa por las repercusiones que plantea.

La vida de Rex refleja una máxima a la que los humanos siempre estamos de acuerdo porque somos desconfiados y temerosos a la vez de todo aquello a lo que no estamos acostumbrados: Cualquier nueva forma de vida, sea natural o artificial (o una mezcla de ambas) siempre será recibida bajo suspicacias, temor reverencial o simplemente desprecio, especialmente si esta forma de vida puede convertirse en superior a nosotros en algún aspecto por ínfimo que sea. Siempre tendremos la predisposición a relegarlo a un estatus inferior para sentirnos cómodos.

(...) “Porque si eres una propiedad, eres una cosa, ¿Quieres volver a ser una cosa? Porque las cosas se pueden destruir, Rex. Las cosas no tienen derechos ni protección de ningún tipo.

Intentaremos desprestigiar este nuevo tipo de existencia, ignorándolo o escondiéndolo y también, si conviene, destruyéndolo para que su presencia no nos recuerden los errores cometidos. Pero claro, Rex y las diversas bioformas no son precisamente cachorros asustados. Son seres diseñados para dañar, para atacar y ser resolutivos.

(...)” Los humanos creen que pueden hacer frente a las bioformas pero lo que pasa es que han visto demasiadas veces Godzilla contra Cibergodzilla. Si las cosas se tuercen más de la cuenta, comprobarán que todos los monstruos comparten el mismo bando”.

Gossos de guerra, por tanto, nos hará reflexionar a través de una serie de capítulos que no se quedan estancados en una sola premisa. Tchaikovsky transforma cada una de las cinco partes en que está estructurada la novela, evoluciona la historia del Rex y nos plantea dilemas cada vez de mayor intensidad y de mayor alcance que van desde el simple miedo a la bestia desconocida, hasta los límites de la ética en la manipulación genética para alcanzar metas mucho mayores de lo que podíamos imaginar.

(...) “Un día el mundo estará preparado para aceptar que la humanidad, al igual que no está limitada por el color de la piel, el género o la nacionalidad, tampoco es una condición reservada a ninguna forma particular”.

Sin duda la mejor lectura de lo que llevo de año. ¡No os la perdáis!

Eloi Puig
29/03/2024