La febre del vapor
CF- STEAMPUNK/ UCRONIA
 
     
 
 
 
 

LA FEBRE DEL VAPOR
(2011)

Jordi Font-Agustí

Editorial:
Pagès editors
(2011)


Colección:
Ciencia-ficció

Núm:
24

Páginas:
216

 
     
La febre del vapor

Hace un par de años tuve la suerte de formar parte del jurado del XIII Premi de narrativa de ciència ficció Manuel de Pedrolo. Una de las obras finalistas que más me llamó la atención fue una novela titulada Steampunk.cat. Después de leerla constaté que realmente era una novela del subgénero steampunk y ambientada en Catalunya, lo nunca visto hasta ahora - si no me equivoco-. La novela pasó las cribas oportunas de los miembros del jurado y finalmente se llevó el Premio.

Ahora, dos años después y con un título diferente - La febre del vapor (la fiebre del vapor) opta como otras novelas publicadas el año pasado los IV Premis Ictineu a la mejor novela fantástica escrita en catalán. Y yo la estoy releyendo para tenerla fresca en la mente y también para satisfacer la curiosidad, dado que el autor - Jordi Font-Agustí- comentó en la presentación de la novela en las Ter-Cat de Calafell de el año 2011 que había cambiado algunos fragmentos del final.

En definitiva, La febre del vapor es una apuesta para plantearnos una historia verosímil, ucrónica, imaginativa, pero sustentada bajo una base científica y una ambientación sólida en la Catalunya de principios del siglo XX. Como todos sabéis, el término steampunk hace referencia a las historias ambientadas en una sociedad industrial donde el vapor se convierte en la tecnología punta y donde los inventos y los aparatos otorgan a la trama un cierto aire retro pero a la vez muy especulativo. Normalmente los escenarios elegidos para describir estas sociedades steampunk son la Inglaterra Victoriana de finales del siglo XIX. Pero Catalunya, en este periodo también era una potencia mundial en industria - sobretodo textil- y además una tierra donde hervían las ideas entorno a movimientos artísticos de vanguardia y donde la política era de todo menos estable.

Este es el escenario que Jordi Font-Agustí nos presenta: La Catalunya de 1914, a punto para aprovecharse económicamente de la Gran Guerra europea, mientras el fervor nacionalista aflora bajo las piedras y las tensiones con Madrid empiezan a hacerse evidentes. En este punto de la historia, se descubre por casualidad un agua milagrosa que maximiza las prestaciones industriales. Dicha agua al hervir a temperatura normal, produce vapor a casi 1.000 º C, lo que revoluciona la industria catalana.

Con esta premisa, Jordi Font-Agustí nos introduce en este nuevo mundo del vapor que como es obvio enriquece a muchos industriales catalanes pero que también funciona como moneda de cambio con algunas potencias europeees que están en guerra. El agua hipercalórica trastorna completamente la sociedad pero sobre todo abre las puertas a que la Mancomunidadt de Catalunya, capitaneada por Enric Prat de la Riba busque el sueño interrumpido 200 años atrás: La independencia de Catalunya.

La obra destaca por dos factores básicos. La excelente ambientación y documentación histórica y unos personajes creíbles que ayudan a que la narración pase más que bien. Por otra parte sin embargo, se echa en falta más implicación en los caminos que abre el autor, parece que no quiera revolucionar en exceso aquella Catalunya de 1914, quizás por que entonces la ucronía se desbocaría y no podría enderezarse fácilmente. Un factor que explicaría este contenimiento en la trama sería la longitud máxima permitida para presentarse a los premios que muy posiblemente haya cortado varias líneas de acción y argumentos secundarios que podrían haberse seguido.

La prosa del libro está escrita en estricto presente y funciona. Incluso en la primera parte del libro, la manera en que el autor nos traslada de una escena a otra es muy original, bebiendo directamente de otros formatos como el cómic. La novela sigue un ritmo sereno con un ligero crecimiento en las tensiones y la intriga a medida que avanza. Si hay punto de inflexión sin embargo, un clímax, este se encuentra más bien en el segundo tercio de la obra, lo que hace decaer un poco el final y conducirlo quizás un poco precipitadamente. De hecho una de las tramas secundarias - el estudio de un supuesto puñal perteneciente al mítico Otger Cataló-provoca de rebote que las expectativas que teníamos puestas en los asuntos de política internacional se desplomen. Es posible que al desarrollar esta subtrama del autor haya sacado espacio e interés a la historia principal, pues el libro llega a los últimos capítulos un poco huérfano.

Jordi Font-Agustí ha creado una ucronía temporal sin abandonar nunca sus principios ni sus filias: El autor es uno de los principales defensores de lo que él llama la tecnociencia, que en el campo literario se ajustaría bastante a lo que conocemos como Cf. Hard.  De hecho, en la novela asistimos a pequeñas clases de ingeniería aplicada, apta para todos pero con ese punto que tanto le gusta promover el autor: la mezcla de ficción y tecnología aplicable.

La febre del vapor es pues un poco de todo esto: Una novela de ciencia-ficción, o tecnociencia, con una buena ambientación histórica y una premisa que nos hace soñar en un futuro diferente, con especular tanto en política como en ciencia, pero que siguiendo el pragmatismo de los catalanes, también nos hace tener los pies en el suelo.

Eloi Puig, 17/06/12

 

 

Premios:

2010 Manuel de PEdrolo

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