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Hace aproximadamente un año estuve en Cuba, un viaje en coche por la mitad occidental del país que me permitió descubrir una parte de todo lo que se dice sobre la isla más grande del Caribe. Porque Cuba es especial, auténtica, diferente. Un paraíso para los que busquen huir del turismo de masas presente en las islas vecinas, una pesadilla para los que no se pueden marchar y anhelan la libertad. Un lugar donde el tiempo parece que no pase, un país que ha querido ser la utopía de un hombre, su pasión y que ha convertido en una anacronía en pleno siglo XXI. Obviamente todo esto es debido a la figura de Fidel Castro. La historia de la segunda mitad del siglo XX de Cuba es la historia de Fidel y la vida de Fidel está tan intrínsecamente ligada a la de su país que no se entienden una sin otra.
Reinhard Kleist es un autor alemán que ha publicado esta obra biográfica en forma de novela gráfica tratando la vida del revolucionario de forma intensa desde sus primeros pasos como estudiante hasta la actualidad. La vida de Castro es una mezcla de idealismo, tozudez, inocencia y sobre todo entrega. Kleist así lo entiende y traslada ese sentimiento romántico en torno a la revolución de izquierdas a los ojos de un fotógrafo alemán que a finales de los años 50 viaja a Cuba para hacer un seguimiento de la revolución que se está gestando en las provincias orientales de la isla para derrocar al dictador Batista.
A través de varios flashbacks narrados por personas siempre afines a Castro, visualizaremos la biografía de un idealista que quería cambiar literalmente el mundo pero que se quedó solo en medio de un juego estratégico entre EEUU y la URSS. Prueba de ello es la crisis de los misiles cubanos que tuvieron con el corazón en un puño a medio mundo, a principios de los años sesenta. La novela gráfica nos mostrará estos momentos claves en la historia de Cuba / Fidel pero no olvidará a otros actores que también estuvieron estrechamente ligados con la vida del comandante, especialmente su amigo Ernesto -Che- Guevara.
La lucha de las izquierdas de latinoamerica por quitarse de encima la sombra de las derechas norteamericanas - recordemos por desgracia que años más tarde más de un gobierno sudamericano saltó gracias a la CIA, y si no que le pregunten a Allende- es uno de los ejes de la política de Fidel y del Che, que queda reflejada en la obra en sus años más frenéticos. Kleist pero no se limita a guionizar y dibujar estos episodios claves como la salida de Batista del poder o la fracasada invasión norteamericana a Playa Girón y Bahía Cochinos. El autor da también pinceladas del día a día de una sociedad que luchó por vivir de forma más igualitaria a pesar de la práctica imposibilidad de que una economía como la cubana viviera de la autarquía, especialmente tras la caída de la Unión Soviética. Son pinceladas de carácter general pero que nos dan una idea de los problemas sociales en la isla.
El dibujo corre a cuenta del mismo Kleist: Un álbum en blanco y negro donde quizás destacan más las viñetas con planos genéricos que los retratos. Parece que sólo la fisonomía de Castro y de Che haya sido profundamente trabajada. Creo que en general destaca más el guión de Kleist (asesorado por su compatriota y biógrafo de Castro, Volker Sierka) que la parte gráfica de la obra.
Cuando te mueves por la isla puedes contemplar la propaganda castrista por todas partes, con eslóganes ridículos y patrióticos pero sobre todo puedes descubrir a los partidarios y los retractores de Castro hablando los primeros abiertamente de política mientras te sirven un daikiri, o los segundos en voz baja mientras paseas por el centro de La Habana. Toda una experiencia
Cuba, un mundo que se acaba, un mundo ligado a Fidel Castro. Quien lea esta biografía entenderá muchas cosas, aunque le faltarán muchas otras, especialmente de los años que el régimen ha ido de capa caída. Este último año conocí a un parroco instalado en La Habana desde hacía años: Al preguntarle sobre ciertas cosas que pasaban en el país su respuesta era clara: "En Cuba hay muchas preguntas sin respuesta, mejor no preguntes".
La pregunta que nos hacemos todos es: ¿Qué pasará Cuba cuando termine el ciclo de Castro?
Eloi Puig, 20/12/2011
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