Durante años he vivido obnubilado en lo que se refiere a la carrera literaria de este hombre-orquesta que es Iván Ledesma. Guionista, músico y naturalmente escritor barcelonés del que hasta ahora sólo había leído a la notable Negorith. Y es que uno no puede llegar a todo (o no se entera adecuadamente de lo que sacan ciertos autores a los que habría que seguir estrechamente). Y si con las novelas de Ledesma mi experiencia ha sido mínima... con sus relatos ha sido aún peor: Sólo había leído uno (“El segon lloc”) que me gustó muchísimo. Y nada más. Pero por suerte, la buena gente de Mai Més llibres que siempre tienen un ojo buscador que rara vez falla, ha considerado recopilar esta antología de cuentos del autor.

Compte! ¡Conté contes! (¡Cuidado, Contiene cuentos! Traducido al castellano pierde la gracia) Es el curioso título que le han dado una recopilación de historias, relatos e incluso me atrevería a decir que conceptos que Iván Ledesma tenía por sus cajones creativos. Probablemente alguno de los cuentos se haya escrito expresamente para la antología, pero por lo que se ve (y se nota) la mayoría de ellos han acompañado a la carrera literaria del autor durante años. Iván Ledesma nos explica brevemente, como mini prólogo de cada historia, el contexto en el que fueron escritas y esto es un ejercicio que siempre es mucho de agradecer.

Empecemos con “Peus de porc”, una narración aparentemente sencilla desde el punto de vista de un chico sobre el día a día de una vida que se adivina post-apocalíptica después de una guerra destructiva. No es tanto la historia como la narración cruda y directa del autor lo que quisiera destacar. Parece ser que la escribió con trece años, lo que le da mayor valor añadido. Quizás le falte un poco de colofón para hacerla más completa.

“Fent monstres” es una tensa narración que ocurre en un bar de Barcelona. Allí, el dueño del establecimiento acoge a un vagabundo muy viejo que está medio congelado en la puerta. Más tarde unos delincuentes de poca monta con mala leche alborotan la tranquilidad del local. Un relato con bastante intriga bien llevado y con un despliegue fantástico enfocado al horror. Quizás el final demasiado ambiguo para mi gusto.

En cambio “Som” es otro tipo de narración de carácter breve. Un relato muy corto con tintes poéticos sobre una abominación. Metafórico y ambiguo. Quizás influenciado (como dice el autor) por aires de Barker y sus cenobitas. Interesante.

Llegamos al cuento que he encontrado más redondo y al que le veo una narración más elevada, hasta el punto de que por momentos me ha parecido estar leyendo en Stephen King. Se trata de “Condemna, redempció i retorn de l'Eduard Delpuny”, un muy buen relato sobre la muerte y retorno de un preso caníbal. Los diálogos y el ritmo están cuidadosamente llevados, sin prisa y puedes paladear el terror que se esconde en una sola mirada o en una sola palabra. Quedas hipnotizado por el malo, un personaje que merece una historia más larga. Me ha gustado mucho.

En "Totes ho saben" encontramos una historia de fantasmas. Otro relato tenso sobre una presencia que pulula por un hospital de noche, narrado desde un punto de vista pragmático. Le falta algo más, sin embargo.

Seguimos con los fantasmas con “La curiositat”, una historia potente donde una psicóloga debe atender a un caso especialmente grave de paranoia en un cliente incómodo. La historia funciona bien pero quizás queda algo descabezada. Le veo futuro en una obra mayor.

En "La pitjor mort" nos encontramos en un escenario catastrófico: El interior de una barca que ha sobrevivido a un naufragio. Un toque fantástico para un relato muy breve.

“Bufar i fer ampolles” ya tiene un aire más cinematográfico. Una aventura donde unos soldados de élite deben asaltar un pueblecito donde no saben qué encontrarán. Los mercenarios deben buscar una reliquia pero chocaran con algunas sorpresas terroríficas. Un cuento que pasa muy bien.

"T’acostumes a tot" es un cuento sobre las peripecias de una pareja para vencer el tesón de una casa encantada. Correcto e incluso divertido. La narración toma una distancia tal y como está explicada y lo que podría parecer terror acaba siendo un ejercicio curiosamente entretenido. La idea me ha parecido bastante buena.

Otro ejemplo de cuento breve es “El lladre d’hores”, una historia corta sobre la relatividad del tiempo donde seres fantásticos viven de la pierdas de tiempo. Corto pero completo.

“In person” es un cuento que deduzco forma parte del universo de la antología Barcelona 2059. Ciutat de post-humans. Es un relato sobre la soledad y la tecnología. De cómo nos puede acercar y alejar la tecnología cuando las tendencias de la sociedad se dirigen por el aislacionismo y por la falta de contacto y cariño. Y que a veces se busca la empatía o la comprensión en los sitios más insospechados. Muy bien.

“Res d’especial” es una buena historia que gira en torno a una caja fuerte de la que nadie sabe su combinación. Bien trabajado, es un relato que engancha enseguida pero el final… no lo he entendido.

Y terminamos con “Arrelats”, uno de los mejores cuentos de la antología. Una historia de cariz surrealista con aires apocalípticos. Una pesadilla en forma de soledad en una Barcelona vacía en la que los habitantes se han convertido en árboles. Emotiva a ratos y fascinante en otros, despliega un sentido de la maravilla y del absurdo mezclado con el horror que me ha atrapado mucho.

Como comentaba, por lo general me han parecido unos relatos más que correctos y también en algunos casos muy notables. Quizás he notado cierta tendencia a finales abiertos y poco impresionantes y eso a veces me parece bien y otras me hace fruncir el ceño. Quizás porque a menudo prefiero un acto final más lapidario. En cualquier caso, creo que me decanto más por los cuentos más extensos. Pero sea como sea ha sido una buena manera de aventurarse por fin en la narrativa breve de Ivan Ledesma y por tanto una recopilación del todo recomendada.

Eloi Puig
11/02/2023